ZARAGOZA, 23 Sep. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Parlamentario de Chunta Aragonesista (CHA) en las Cortes de Aragón solicitó hoy un "cambio profundo" en el modelo de gestión forestal de la Comunidad autónoma para lograr la "detección precoz" y una "intervención inmediata y eficiente en los incendios", petición que formulará a través de la presentación de una proposición no de ley en la Comisión de Medio Ambiente del Parlamento autonómico.
El diputado de CHA, Bizén Fuster, expuso en rueda de prensa que esta propuesta deriva del 'Informe sobre la extinción de incendios en Aragón: evolución de las cuadrillas de retén', elaborado por su Grupo, que pone de manifiesto que la superficie afectada por incendios forestales en 2009 supera la de los once años anteriores completos. Así, si durante la pasada década la media de hectáreas quemadas era de 2.130 por año, este año ya han ardido 22.172.
Por lo que se refiere al presupuesto destinado a la campaña de incendios, el informe refleja un incremento moderado entre 1993 y 2003, duplicando los fondos al pasar de los 4,5 a los 9,1 millones de euros, mientras que en 2004, cuando la empresa pública SODEMASA (Sociedad de Desarrollo Medioambiental de Aragón) pasó a hacerse cargo de la prestación de este servicio, se pasó de 19,4 millones de euros en 2004 a 30 en 2009.
Estos aumentos presupuestarios no se han reflejado, sin embargo, en el número de trabajadores integrantes en los retenes ya que si en 1997 era de 692, repartidos en 56 cuadrillas, en 2009 son 545, en 70 cuadrillas, según precisa el citado documento.
El incremento del número de cuadrillas frente a la reducción de los trabajadores se debe a que la mayoría de las cuadrillas se han convertido de dobles en simples, reduciéndose, además, en un trabajador.
Por todo esto, a pesar de haberse multiplicado casi por cinco el presupuesto de la Comunidad autónoma para las campañas de incendios forestales respecto a 1999, ha disminuido la disponibilidad efectiva de las cuadrillas retén.
El diputado de CHA precisó que el incremento presupuestario responde a la adquisición de material y a la existencia de una red de técnicos, encargados y capataces de SODEMASA, de forma que hay "más directivos y técnicos", pero "menos efectivos reales".
A esto se suma, agregó, la contratación "precaria" de los trabajadores de los retenes, con suelos bajos, jornadas incompletas y por un periodo de cinco o seis meses, además de que en muchos lugares ni siquiera tienen un centro de trabajo o espacio físico donde reunirse.
ALDABOZANO
Estas cifras y este modelo de organización deben ser un "aldabonazo", dijo Fuster, en la conciencia de los dirigentes, la clase política y la sociedad aragonesa y por eso abogó por un cambio del modelo de gestión ya que "no es un problema de medios, sino de organización y funcionamiento".
El diputado de Chunta Aragonesista propuso varias medidas para permitir una "intervención rápida" y una detección precoz del fuego que impida los "macroincendios" que la Comunidad autónoma ha sufrido este verano, "con efectos tan devastadores".
Así, la proposición no de ley de CHA pide al Gobierno aragonés que aumente la disposición real de personal, con cuadrillas dobles, "lo que garantizará los relevos en caso de gran necesidad", si no durante todo el año, al menos durante la época de peligro y con contratación de jornada completa.
Además, reclama que un tercio de los integrantes de los retenes sean personas autóctonas, residentes o conocedoras de la zona; y que se implique a las cuadrillas en los trabajos de reforestación y restauración de las zonas incendiadas "para que sientan esas áreas como algo suyo".
Asimismo, pide la estabilidad laboral de los integrantes de las cuadrillas de retén, configurando con esos trabajadores las cuadrillas de prevención de invierno, "lo que supondrá, a su vez, creación de empleo y fijación de la población en el medio rural", argumentó Fuster.
Otra de sus propuestas es que se prioricen las labores de limpieza y prevención forestal como básicas en el trabajo programado de las cuadrillas y que se regule la figura del colaborador en caso de incendio forestal, que serían personas que conozcan bien el territorio, designadas por el alcalde del municipio afectado.
Su trabajo consistiría en que, bajo las instrucciones del director de extinción, colaborara con los colectivos profesionales participantes en las labores de extinción, aunque sin un ataque directo al frente del incendio, con labores como las de acompañante o guía de cuadrillas, agentes, bomberos, motobombas y otros medios y para evitar el rebrote del fuego en perímetros controlados, pero no extinguidos.
