Foto: DGA
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HUESCA, 28 May. (EUROPA PRESS) -
El director del Instituto Aragonés del Agua, Alfredo Cajal, ha abogado este miércoles en Huesca por realizar un mantenimiento periódico de las redes de distribución de agua potable y de alcantarillado para evitar la situación en la que se encuentran algunos núcleos de población.
Cajal ha participado en unas jornadas sobre el uso del agua, donde ha señalado que la renovación de las tuberías de la Comunidad, excepto las de Zaragoza, supondrían una inversión de 2.000 millones de euros, una cifra "inasumible", ha observado, para informar de que en estos momentos el Instituto Aragonés del Agua tiene peticiones en este sentido por valor de 90 millones de euros, a los que tampoco puede hacer frente el organismo.
Por ello, ha abogado por el mantenimiento de las redes de distribución y ha apelado a la responsabilidad en el uso del agua, con motivo de su asistencia a la jornada 'Propuestas de innovación para la mejora de los abastecimientos de agua potable', que ha inaugurado el consejero de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente del Gobierno de Aragón, Modesto Lobón.
En declaraciones a los medios de comunicación, Cajal ha indicado que "hay una parte muy importante de esta jornada en la que tratamos de sensibilizar a todos los ciudadanos de la importancia que tienen las redes de distribución del agua potable y del alcantarillado, el mantenimiento de ello es vital para que no ocurra lo que estamos padeciendo y es que en muchos núcleos de población las redes están en condiciones fatales, porque no ha habido ningún mantenimiento".
Según ha dicho, el mantenimiento es responsabilidad del ayuntamiento para no llegar "a situaciones tan extremas como ocurre en algún municipio que hay que cambiar toda la red, lo que supone un coste que es muy difícil de asumir".
En este sentido, ha informado de que en algunas localidades se ha medido la cantidad de tuberías que existen y ha citado como ejemplo el caso de Huesca donde hay 70 kilómetros de tuberías de distribución y 70 de alcantarillado y "si tuviéramos que renovarlo todo de golpe hablaríamos de 40 millones de euros. Si eso lo multiplicamos por cada uno de los pueblos de Aragón donde no se ha hecho el mantenimiento bien, podemos hablar de unas cifras de 2.000 millones de euros, sin contar Zaragoza".
En los últimos diez años "hemos dado subvenciones a los ayuntamientos por un importe de 250 millones de euros, para renovar tuberías de abastecimiento y de alcantarillado y aún con eso estamos en una situación compleja. Tenemos peticiones en el Instituto por más de 90 millones de euros, una cifra que no se puede asumir".
DEPURACIÓN
Alfredo Cajal también se ha referido a la depuración y a los planes de depuración en el Pirineo y en el resto de la Comunidad. En la actualidad, el IAA gestiona 188 depuradoras, excluida la de Zaragoza que depende del Ayuntamiento.
"Estamos depurando el 84 por ciento de todo el agua residual de Aragón, sin Zaragoza, y cuando esté terminado el plan especial y el de los Pirineos, estaremos en el 93 por ciento, quedará un 7 por ciento residual sin depurar en toda la Comunidad".
Al respecto, ha agregado que "pensemos que Aragón tiene 1.543 núcleos de población y estamos hablando de que habrá unos mil que producirán ese 7 por ciento de aguas residuales a los que iremos dando el tratamiento poco a poco, pero no es una contaminación tan grave como la que pudiera existir si no hubiéramos hecho todo lo que hemos hecho".
Del plan especial de depuración ha dicho que queda muy poco para finalizarlo y prevé que quede terminado en un año y medio o dos años y "en el plan de Pirineos estamos avanzando y es muy probable que se retomen las obras en un período de tiempo breve".
"Estamos en conversaciones con las entidades de crédito que financien a las empresas, lo que deberían haber financiado cuando fueron adjudicatarias y los bancos no lo estimaron oportuno y parece que la cosa está cambiando y si se retoman las obras en no mucho tiempo estará terminado", ha concluido.
