ZARAGOZA, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -
El yacimiento de Segeda, ubicado entre las localidades zaragozanas de Mara y Belmonte de Gracián, propone a los vecinos de estos municipios y a sus visitantes revivir la historia celtibérica a través de la VII Vulcanalia, fiesta cuyo nombre se toma del Día de Vulcano, 23 de agosto del año 153 antes de Cristo, cuando el ejército romano, al mando del cónsul Nobilior, sufrió una derrota ante la fuerza celtibérica de la alianza de las ciudades estado de Numancia y Segeda.
En este celebración, pasado y presente se unen en esta ciudad celtibérica para dar a conocer cómo se vivía en ese enclave en el siglo II antes de Cristo. El próximo día 23 de agosto, en la plaza de Mara desde las 11.00 horas, habrá artesanos tradicionales, talleres, juegos y recreaciones históricas.
Además, a las 14.00 horas, se celebrará el séptimo concurso de Gastronomía Celtibérica y, a las 17.30 horas, se escenificará la batalla de la Vulcanalia, que enfrentó a romanos y celtíberos en el año 153 antes de Cristo.
Para completar estas actividades, el día 31 de agosto se realizará la novena Jornada de Puertas Abiertas al yacimiento de Segeda. Durante el día se podrán visitar los restos arqueológicos descubiertos en esta campaña estival y también se podrá ver La Casa Lagar, proyecto en el que se reproducirá con las técnicas constructivas celtibéricas una construcción documentada en Segeda.
BIEN DE INTERÉS CULTURAL
En el yacimiento de Segeda, declarado Bien de Interés Cultural por el Gobierno de Aragón en 2001, se asentó la antigua ciudad por la que los romanos cambiaron el calendario ya que adelantaron la elección de cónsules para declararle la guerra, obligando a que el año tuviera que empezar en enero.
Esta zona arqueológica, la más extensa de Aragón, está formada por tres espacios: Durón de Belmonte, el Poyo de Mara y los Planos de Mara. Éste último son los restos del campamento levantado por los romanos para lanzar la ofensiva a la ciudad de Segeda, mientras que las dos primeras son las ciudades celtíberas.
Este yacimiento, y las excavaciones que se están realizando desde el año 2000, han permitido conocer la realidad cotidiana de quienes habitaron la península antes de la llegada de los romanos. Por ejemplo, se ha descubierto que el vino se producía en esta zona antes de la llegada de los romanos.
Sin embargo, el proyecto de Segeda va más allá de la excavación ya que como ha confirmado su codirector, Raúl López, se busca "que la propia población del entorno se implique en el yacimiento y lo vean como un bien más, como un recurso". Para ello, el proyecto tiene seis líneas de actuación: investigación, gestión, formación universitaria, proyección social, didáctica y desarrollo rural.
La investigación consiste en la introducción de innovaciones y del uso de las nuevas tecnologías en la excavación. De hecho, el Ministerio de Defensa colabora con los responsables del yacimiento cediendo algunos de sus instrumentos en el estudio. La gestión del yacimiento trabaja en que las instituciones se impliquen en el proyecto, lo que ha permitido llegar a crear la Asociación Mara Celtibérica, que trabaja por mantener esta cultura en la localidad.
La formación universitaria consiste en la realización de cursos arqueológicos y en la llegada de estudiantes a la zona para trabajar en las excavaciones. Este año, por ejemplo, se va a realizar un curso sobre esta temática en Daroca.
La proyección social del proyecto ha logrado crear fiestas como el Idus de Marzo (se celebra el cambio de calendario y el año nuevo celtibérico), la Vulcanalia (el triunfo de los segedanos frente a los romanos) y las jornadas de Puertas Abiertas. En la parte didáctica, se han creado talleres para estudiantes sobre algunos aspectos de la cultura y de los hábitos celtibéricos.
Por último, el desarrollo rural está trabajando en el proyecto de La Casa del Lagar, que pretende una reconstrucción de uno de los hallazgos más importantes de la zona y mostrar en él cómo los celtibéricos fabricaban vino.
