Investigadores de la Universidad de Zaragoza quieren precisar más el momento en el que se separaron América y África

Actualizado: domingo, 27 enero 2008 12:52

ZARAGOZA, 27 Ene. (EUROPA PRESS) -

El grupo de investigadores de la Universidad de Zaragoza denominado 'Aragosaurus' está desarrollando un estudio para precisar mejor el momento en el que se separaron los continentes de América y África, trabajo que realizan en colaboración con investigadores argentinos.

Uno de los responsables del grupo, José Ignacio Canudo, explicó en declaraciones a Europa Press que actualmente la separación de estos continentes está fijada entre hace 130 y 140 millones de años, en el tránsito entre el Jurásico y el Cretáceo. El grupo quiere saber "cuánto tiempo estuvieron separándose y cuál fue el momento en el que no hubo unión entre ellos".

Este estudio se apoya en los restos de dinosaurios encontrados en ambos continentes. "Si encontramos dos iguales aquí y en Argentina, como son animales terrestres, inferimos que ambos continentes estaban unidos", mientras que hay un momento en el que los dinosaurios ya no son iguales, "y esa es la prueba de que África y Sudamérica estaban separados".

Canudo aclaró al respecto que "ha habido momentos en que Europa y África estuvieron unidas por Italia, mientras que no sabemos si había conexión de España con África porque siempre ha habido unos kilómetros de mar".

No obstante, se han hallado los mismos restos de dinosaurios en la Península Ibérica y en el norte de África y como estos animales no nadaban en océano abierto, "ésta es una de las pruebas más importantes de que los dos continentes tuvieron que estar unidos por algún punto".

A este respecto, comentó que en aquella época "no existían los Pirineos ni los Alpes; el paisaje era más suave y los animales se moverían bastante". "Incluso hoy en día hay especies como el lobo que han llegado a colonizar todo el mundo y son animales pequeños, con menos movilidad que los dinosaurios", que tendrían "gran capacidad de movimiento".

Canudo comentó que actualmente están trabajando como hipótesis con la teoría de que ambos continentes estarían unidos al final del Jurásico porque han hallado huesos "de grupos emparentados" de dinosaurios en la cordillera ibérica, en Teruel, en los términos municipales de Galve y Peñarroya de Tastavins, y en Argentina, concretamente en la Patagonia, aunque "no son exactamente los mismos".

El investigador indicó que actualmente se cree que a finales de Jurásico --en el Jurásico Superior--, fue cuando comenzaron a separarse los dos continentes. No obstante, según los restos hallados, tuvieron que estar juntos, al menos a veces, de forma que empezarían a separarse, pero no por completo o en algún momento se pudieron volver a unir por algún movimiento de terreno.

EXPEDICIÓN A LA PATAGONIA.

Para seguir estudiando los restos hallados, este investigador participará desde el 15 de marzo y hasta el 10 de abril en una expedición al norte de la Patagonia para prospectar nuevas zonas y descubrir nuevos restos dinosaurios. Según los fósiles que se hallen, podrían viajar alguno más de los 12 investigadores aragoneses que en total trabajan en este proyecto.

Canudo puso de manifiesto lo duro del viaje y su cariz aventurero puesto que trabajará a 50 kilómetros de la carretera más cercana. El investigador dijo que para orientarse en esas circunstancias es preciso tener cierta experiencia porque sino al final "todas las rocas y barrancos te parecen iguales".

"La zona de la Patagonia es desértica y nunca antes se han hecho estudios, es el Paraíso del Edén para un paleontólogo" porque hay "zonas muy amplias y despobladas con muchas rocas y muchos fósiles". Allí trabajan en colaboración con la Universidad Nacional del Comahue y con el museo de la localidad argentina de Rincón de los Sauces.

"Ellos localizan los restos y luego, juntos, hacemos las campañas de excavación, aunque en este caso haremos también nosotros una campaña de prospección". Consistirá en detectar "las rocas que pueden contener los fósiles" en la Patagonia, que allí son "rocas blandas --arcillas y margas--, en las que la erosión limpia la superficie y el hueso, que es más duro, va a aflorando".

El investigador indicó que llevan tres años realizando este trabajo, que tras una ayuda del Gobierno central se prolongará hasta el 2010, y que se une a las excavaciones que efectúa el grupo en Aragón, sobre todo en Huesca y en Teruel, y especialmente en esta última provincia porque "es donde más yacimientos hay", aunque también trabajan en Soria y Burgos.

"En nuestra tierra hay mucho por hacer, hay muchos descubrimientos muy interesantes", comentó Canudo, que explicó que lo habitual es encontrar restos fragmentarios. "Los dientes son los restos más abundantes porque es la parte más dura del cuerpo", apostilló.

Habitualmente, están enterrados y por eso se mantienen, mientras que "si salen a la superficie se destruye porque los fósiles de vertebrados son muy frágiles; los ejemplares los encontrábamos en excavaciones y para eso necesitamos tener algún indicio, algún fragmento que se ha roto y aflora a la superficie", agregó.

RESTOS EN OBRAS Y YACIMIMIENTOS.

José Ignacio Canudo expresó que las obras que mueven tierras "son una bendición porque permite que los restos salgan a la luz" y como ejemplo mencionó las obras del AVE por Cuenca, "que han permitido descubrir un yacimiento --conocido como 'Lo Hueco'-- con miles de huesos de dinosaurios bajo diez o doce metros de roca; si no hubiera sido por esas obras, nunca lo habríamos encontrado".

Además, en las canteras también afloran restos, sobre todo de arcillas, a pesar de lo cual, "las empresas mineras no tienen conciencia de recuperar esos fósiles" y "se destruye" porque "temen que su extracción pueda parar la mina", algo que negó que suceda.

El investigador comentó que legalmente las empresas deberían notificar el hallazgo de fósiles y aseguró que su grupo podría ocuparse "rápidamente de ellos". Según relató, "es un patrimonio escaso y cada uno de ellos valioso porque aporta una información que no se puede obtener de ninguna otra manera; con un solo hueso podemos llegar a conocer al grupo al que pertenecía el dinosaurio" y aclaró que hubo "miles de especies de dinosaurio" y de mucha de ellas "no conocemos nada".

Por eso, dijo, "cualquier resto contribuye a hacer el puzzle" porque "nuestro conocimiento es pequeño por el momento". Como ejemplo, comentó, "hace tres años encontramos en Josa (Teruel) un diente de un dinosaurio que pertenece a un grupo de dinosaurios que hasta ahora sólo se ha hallado en China", algo que podría explicar "que había comunicación entre continentes".