ZARAGOZA, 29 May. (EUROPA PRESS) -
El Palacio de la Aljafería ha continuado esta tarde siendo el escenario del debate sobre el Estado autonómico y su evolución en los últimos treinta años que las Cortes de Aragón y la Fundación Giménez Abad han organizado conjuntamente. En este segundo bloque del primer día, el cierre en falso del modelo territorial y la reacción nacionalista frente a la homogeneización han sido los protagonistas principales de las ponencias vespertinas.
En primer lugar, el que fuera Letrado mayor del Legislativo autonómico, José Tudela, y actualmente secretario general de la Fundación, ha ofrecido su visión sobre el significado de la reforma del Estatuto de Autonomía aragonés de 1996. "En nuestra comunidad, junto con Canarias, no existe satisfacción con el cierre del modelo de 1994. Solo tres meses después Aragón presenta una propuesta de reforma que es realmente importante", ha comentado Tudela.
Según ha defendido este letrado del Legislativo autonómico, este texto incluye "medidas con calado político". "Se habla por primera vez de directores generales no funcionarios o periodos de sesiones sin limitaciones. Se introduce incluso una disolución limitada de la Cámara", ha explicado Tudela. En este sentido, el secretario general de la Fundación ha descrito que "Aragón fue decisivo en la construcción de la homogeneidad".
Para este jurista, el Estado autonómico ha tenido tres etapas diferenciadas. La primera, de acuerdo con su exposición, es entre 1982 y 1996, "de construcción y profundización en la autonomía y de definición de la asimetría tolerable".
"No es la radical que algunos hubiesen deseado, pero es suficiente para que catalanes y vascos se sientan a gusto en el Estado", ha comentado. "Después, la segunda, hasta 2005, es de cambio sustancial. Parecía la edad dorada, pero es también la semilla de algunos de los conflictos", ha comentado Tudela. Por último, entre 2005 y 2011 aparecen "los estatutos de segunda generación". "De nuevo, vuelta a una cierta asimetría del modelo", ha explicado.
El secretario general de la Fundación ha defendido que "actualmente estamos en una cuarta etapa". "Sobre todo, es muy compleja, en un contexto difícil de país. Tenemos dos retos: eficiencia y racionalización. Es normal que con treinta años de funcionamiento se hable de reformar el modelo, pero necesitamos serenidad y rigor", ha abogado el que fuera Letrado mayor de las Cortes de Aragón.
REACCIÓN NACIONALISTA
Después, Juan José Solozábal ha ofrecido una ponencia bajo el título 'La reacción nacionalista frente a la homogeneización del Estado autonómico', en la que ha explicado, principalmente, los últimos intentos de reforma de los estatutos vasco y catalán. "Paralelamente a la homogenización se han presentado propuestas como la Declaración de Barcelona de 1998 o el plan Ibarretxe que sigue la lógica de búsqueda de la diferencia", ha defendido Solozábal.
Para este catedrático, "el bloque nacionalista busca un cierto protagonismo". "En el caso vasco, no se acepta la base constitucional de la autonomía, hay reticencia a emplear signos del Estado y resistencia a cumplir las sentencias de los tribunales. El Plan Ibarretxe es inasumible y anticonstitucional porque define a Euskadi como sujeto constituyente", ha manifestado. En relación con la norma catalana, este profesor la ha calificado como "beligerante con la Constitución". "Se está equivocado al insistir en la utilización política del proceso estatutario", ha comentado.
