Juan Eduardo Zúñiga recibe un homenaje en 'Turia'

El nuevo número de 'Turia' sale el 24 de marzo
Foto: TURIA
Actualizado: martes, 11 marzo 2014 19:26

TERUEL, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

   La revista cultural 'TURIA', que distribuirá el próximo día 24 de marzo su nuevo número, rinde un completo homenaje a Juan Eduardo Zúñiga y ofrece un anticipo de las 'Memorias Íntimas' de este escritor.

   Quien ha sido calificado como "uno de los grandes, un pionero, un raro, un innovador a destiempo" protagoniza más de 130 páginas de interesantes artículos, testimonios y estudios originales.

   Quince escritores analizan, a través de textos inéditos, al personaje y su obra, desde Luis Mateo Díez a Antonio Muñoz Molina. Este monográfico sobre Zúñiga ha sido coordinado por Fernando Valls y también incluye colaboraciones de Rafael Chirbes, Manuel Longares y Antonio Soler, entre otros.

   Juan Eduardo Zúñiga (Madrid, 1929) es, pese su condición de autor casi secreto o minoritario, uno de los más destacados nombres propios de las letras españolas de las últimas décadas. Buena prueba de esa excelencia creativa la constituiría su trilogía narrativa sobre la guerra civil española: 'Largo noviembre de Madrid', 'Capital de la gloria' y 'La tierra será un paraíso'. Un trabajo ambicioso y paciente que constituye, según la crítica, un auténtico tesoro cultural.

   La trilogía es reconstrucción de la vida latente que se producía en esa ciudad sitiada que fue Madrid. Toda una "épica de la cotidianidad", como ha apuntado Rafael Chirbes. Zúñiga, a pesar de no contar con el público mayoritario que merecería, sí que goza del aprecio de numerosos escritores de distintas generaciones, y en este monográfico se invita a los lectores de hoy a reedescubirlo y a sumergirse en una obra que ya es considerada por muchos como la de un clásico contemporáneo.

   De la faceta de Zúñiga como traductor se encarga Carlos Fortea en las páginas de 'Turia', mientras que su actual editor Joan Tarrida no duda en confesar: "Me rindo ante la coherencia de Juan Eduardo Zúñiga". Felicidad Orquín, su compañera de siempre, también aporta su testimonio. Se cierra el monográfico con una útil y pormenorizada biocronología a cargo de Fernando Valls.

   Asimismo hay artículos elaborados por estudiosos de su obra como Santos Sanz Villanueva, Javier Goñi, Israel Prados, Luis Beltrán Almería o la hispanista Irene Andres-Suarez.

ENTRE LA LUZ Y LAS TINIEBLAS

   Fernando Valls, en el artículo que abre el monográfico de TURIA, destaca que Zúñiga es "un profundo conocedor de la narrativa española, rusa y portuguesa. Cuesta trabajo entender por qué no se le ha prestado más atención a su obra".

   A la hora de valorar la narrativa de Zúñiga, Santos Sanz Villanueva apunta que el autor de 'Largo noviembre de Madrid', siempre "ha escrito a su aire. De ahí los calificativos que se le aplican, extraño, misterioso, raro, excéntrico, solitario. De ello se deriva, además, una seria dificultad para inscribir su obra en nuestra historia literaria".

   En cualquier caso, concluye Sanz Villanueva, "la narrativa de Zúñiga supone una aventura literaria personal cuyo anhelo es descubrir las soterradas voces del corazón y hacerlas arte".

   Para Zúñiga, la guerra civil española ha sido el acontecimiento más importante del siglo XX y de ahí su presencia en la mayoría de sus libros de ficción. Sobre todo ello da cuenta Israel Prados en su artículo de TURIA: 'La guerra civil de Juan Eduardo Zúñiga: vida latente de ciudad sitiada'.

   Según Prados, Zúñiga se aleja de la mayoría de la producción guerracivilista porque en su narrativa "la experiencia de la guerra se ha integrado con admirable naturalidad en un discurso madurado por influencias temáticas y estilísticas diversas, desde Pío Baroja o Mariano J. de Larra hasta (especialmente) los grandes de la cultura eslava".

   Del ciclo eslavo en la literatura de Zúñiga se ocupa en 'Turia' Luis Beltrán Almería. "Zúñiga es moderno y un gran lector, pero toda su obra está impregnada del influjo de Iván Turguéniev". Quizá Zúñiga "vio en el autor ruso el mismo drama que pudo apreciar él en la España del siglo XX: el drama de la destrucción de la tierra natal".

   Un título fundamental en la producción de Zúñiga es el volumen de cuentos 'Misterios de las noches y los días'. Sobre él escribe Irene Andres-Suárez que "además de crear todo un universo simbólico que suministra al lector las claves para aprehender y desentrañar su universo literario, Zúñiga se sirve del género fantástico para desestructurar nuestra visión ordinaria de la realidad y hacernos reflexionar sobre los límites de los parámetros cognoscitivos que solemos utilizar para aprehender la realidad y reconocernos a nosotros mismos".

AUTÉNTICO MAESTRO

   Varios grandes autores españoles muestran en 'Turia' su sincera admiración hacia la obra de Juan Eduardo Zúñiga. Así, a Luis Mateo Díez le gusta recordar una obra de Zúñiga, "Inútiles totales", fechada en 1951 y señalada como un lejano precedente de un autor que considera "un auténtico maestro" y para el que "nos gustaría un destino de conocimiento y reconocimiento mucho mayor".

   Antonio Muñoz Molina, que ha paseado al lado de Juan Eduardo Zúñiga por las calles y por la historia de Madrid, opina que "su escritura sobre la guerra y la posguerra me parece ejemplar: imaginativa y llena de consistencia histórica; cercana a la causa de los vencidos pero limpia de odio. Me ha influido su retrato de esa normalidad cotidiana, extraña, que hay en las guerras".

   Manuel Longares asegura  que "no por exaltación amistosa, sino por convicción artística, creo que cuatro o cinco de los mejores cuentos escritos en español en el siglo XX son de Juan Eduardo Zúñiga".

   Rafael Chirbes, en un artículo que titula 'Épica de la cotidianidad', anota su asombro y admiración a propósito de la trilogía de la guerra civil escrita por Zúñiga.

   "Ni una sola nota suena en falso, nada roza lo cursi, nada es calderilla sentimental: los textos entregan la ferocidad de lo que ha sido destilado en el alambique perverso de la guerra, ese estado de excepción que convierte la vida en algo aún más frágil, el instante en que el ser humano camina por el delgado borde de sí mismo. He vuelto a leer los tres libros para escribir este artículo: se mantienen incólumes, vestidos con esa hermosura inigualable que otorga la verdad", asegura Chirbes.