HUESCA, 8 Dic. (EUROPA PRESS) -
Más de 120 niños acuden a las ludotecas municipales Candeleta y Cascabillo de Huesca, con la finalidad de divertirse y aprender jugando. Unas cifras que atestiguan que estos centros se han convertido, con el paso de los años, en una actividad consolidada en la capital oscense.
Las dos ludotecas del Ayuntamiento oscense reciben a diario a los niños, donde aprenden mediante el juego, al mismo tiempo que comparten sus horas de diversión junto a otros niños. Estos centros, además, sirven para ayudar a conciliar la vida laboral y familiar de los padres, aunque lo fundamental es que se trata de un recurso muy positivo para el menor, según ha apuntado la técnica del área de Juventud e Infancia del Ayuntamiento de Huesca, Maria Ángeles Eito.
Eito ha recalcado la importancia de este servicio en una sociedad en la que "muchas veces los pequeños juegan solos en casa". Por ello, "poder contar con un espacio donde los niños aprenden jugando con otros niños y que les aporta elementos muy positivos es algo muy importante".
Las actividades están destinadas para niños entre 5 y 12 años a lo largo de la semana y el sábado realizan lo que se denomina 'Ludoteca familiar', donde pueden ir niños de otras edades, pero deberán hacerlo acompañados de un adulto.
En estos centros no tienen videojuegos ni ordenadores y tampoco son demandados por los chavales. Los niños se decantan por los juegos de toda la vida. Así lo ha dicho una de las monitoras, Miriam Olmos, que ha asegurado que "los niños se divierten mucho jugando a la Oca o al Parchís, a los juegos de toda la vida, así como realizar juegos con movimiento, como el Escondite".
