ZARAGOZA, 22 Jun. (EUROPA PRESS) -
El pabellón de México en la Exposición Internacional de Zaragoza 2008, que se desarrollará hasta el 14 de septiembre bajo el lema 'Agua y desarrollo sostenible', está recibiendo en su primera semana de actividad a cerca de 600 personas por hora, de forma que este espacio recibe entre 7.000 y 9.000 visitantes al día.
Este pabellón, situado enfrente del Pabellón Puente, el Palacio de Congresos y la Torre del Agua e incluido en el Edificio Lluvia de la Muestra, presenta un México moderno e innovador y es un espacio de doble altura de 1.800 metros cuadrados. Su situación hace que "el noventa por ciento de las personas" lo primero que vean de los países al entrar a la Expo "sea nuestro pabellón".
La directora del pabellón de México, Laura Almirall, valoró en declaraciones a Europa Press que esta situación "privilegiada" del espacio mexicano se debe a "la importancia de México para la propia Expo", dado que este país fue el primero en celebrar su Día Nacional en la Muestra coincidiendo con la inauguración del evento el pasado 14 de junio.
Ese día, el presidente del país Felipe Calderón visitó Zaragoza para inaugurar su pabellón y la Tribuna del Agua de Expo, "una muestra importante de lo que significa México en la Expo".
Desde el 14 de junio, los visitantes disfrutan del espacio creado por la arquitecta Tatiana Bilbao, "una de las quince mejores arquitectas jóvenes del mundo" que realizó para la Expo "un proyecto muy ambicioso y de mucha dificultad técnica".
Así, conjuga el espacio expositivo propio del pabellón con un restaurante en la segunda planta y un centro de negocios. De hecho, por la magnitud del proyecto, ha sido necesario un "gran equipo", de cerca de cien personas, para gestionar el espacio.
Del interior del pabellón, "creo que lo más novedoso es que se ha apostado por mostrar un México moderno" para dejar atrás los tópicos tradicionales y centrarse en el agua, la naturaleza, el hombre y la sociedad.
El pabellón "tiene varias experiencias". En primer lugar, se accede a una sala redonda con pantalla en su techo en la que se pueden admirar los paisajes naturales del país.
La segunda 'experiencia' reflexiona sobre el cuerpo humano en el apartado 'somos agua' y en un tercer espacio se analiza la relación entre el agua y la sociedad porque "la sociedad no existiría si no tuviéramos agua".
Además, la cuarta y última experiencia presenta a unos niños jugando en el agua y "mirando a la gente como preguntándonos qué futuro habrá y qué vamos a hacer con el agua".
En su última parte, el pabellón permite al visitante interactuar con los contenidos a través de pantallas táctiles que le permiten explicar cuales son en su opinión las facetas del progreso y antes de salir del espacio se plantea la reflexión 'Somos parte de algo esencial, compartimos un secreto, un momento y una verdad: somos agua".
En este sentido, Laura Almirall recordó que "si no nos concienciamos de que tenemos que cuidar el agua no vamos a subsistir".
