La parroquia del Carmen de Zaragoza intensifica su obra social con 240 comidas diarias durante el estado de alarma

La parroquia del Carmen de Zaragoza intensifica su obra social con 240 comidas diarias.
La parroquia del Carmen de Zaragoza intensifica su obra social con 240 comidas diarias. - OFICIA
Actualizado: domingo, 5 abril 2020 9:16

Sigue en directo la última hora sobre el coronavirus en España y en el mundo

ZARAGOZA, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

La parroquia del Carmen de Zaragoza ha intensificado su obra social durante la crisis del coronavirus y ofrece 240 comidas diarias, que reparte en unas bolsas, que incluyen dos platos y postre. Estos días, además del trozo de pan habitual, el menú contempla un refresco.

Desde la Oficina de Comunicación de la Iglesia en Aragón han explicado que este comedor social, que funciona habitualmente, está dotado ahora con medidas excepcionales de higiene para evitar contagios y solo acceden a él quienes viven en la calle o los que no tienen posibilidad de calentar los alimentos en sus casas al tener la luz cortada, por ejemplo.

Salvo dos personas, todos los beneficiarios que esperan su turno llevan mascarilla, que han sido facilitadas por este comedor, que también ha aumentado las distancias de seguridad e incorporado protocolos que buscan combatir la propagación del virus. Las personas que acceden al comedor entran directamente al cuarto de aseo, donde se ha instalado un desinfectante de uso obligatorio, según la web la Iglesia en Aragón.

La crisis del coronavirus ha aumentado los gastos y reducido los ingresos. Sin embargo, el responsable de la obra social de la parroquia del Carmen, el sacerdote Ramón Maneu, ha aclarado que esto no va a limitar la actividad: "Todo el que viene aquí encuentra una mano tendida. Nosotros partimos del Evangelio, que habla con claridad del amor a los pobres, por lo que no vamos a dejar a nadie tirado".

Esta apuesta ha exigido contratar en los últimos días a dos personas para la cocina, ya que algunos colaboradores habituales, población de riesgo o con mayores a su cargo, se han visto obligados a quedarse en casa.

"Antes de que el COVID-19 llegara a España, servíamos 180 comidas de media, frente a las 240 actuales", ha relatado Maneu, que cuenta con un equipo de 21 voluntarios, en turnos de diez u once.

Sobre el perfil de los nuevos usuarios, ha precisado señala que "está apareciendo gente sin recursos que no acudía a ningún servicio social, pues se mantenía en la calle a través de la ayuda de vecinos del barrio, de bares o recogiendo chatarra, pero que, con las restricciones de movimiento, se ha quedado sin ningún tipo de apoyo", una realidad que obliga a prestar especial atención a la escucha, al acompañamiento humano.

Leer más acerca de: