LA MUELA (ZARAGOZA), 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
La alcaldesa de la localidad zaragozana de La Muela, María Victoria Pinilla, preside hoy, viernes 31 de julio, su primer Pleno municipal después de salir de la prisión zaragozana de Zuera, donde permaneció cuatro meses en situación preventiva por la presunta comisión de 11 delitos económicos en el caso de corrupción urbanística, que instruye el Juzgado de Instrucción número 1 de La Almunia de doña Godina. Pinilla está dispuesta a seguir como alcaldesa al menos hasta las próximas elecciones locales, en 2011.
María Victoria Pinilla fue la primera persona que accedió en la mañana de hoy al Salón de Plenos del Ayuntamiento de La Muela, en torno a las 10.00 horas. Momentos antes, declaró a los medios de comunicación que tiene un compromiso con los vecinos de su pueblo, que le dieron la mayoría absoluta en los comicios locales de 2007. Pinilla aceptará hoy la renuncia, en el Pleno, de los dos concejales socialistas a sus actas de ediles.
Pinilla explicó que el de hoy es uno de los "miles" de Plenos que ha celebrado desde que accediera a la alcaldía muelana por primera vez, en 1987, y destacó su intención de continuar trabajando con intensidad, lo que ha vuelto a hacer desde que, el pasado 21 de julio, volviera a su hogar en La Muela.
De sus prmeros días en libertad provisional, Pinilla comentó que dedica la mayor parte del día a trabajar, en gran medida por el "retraso" acumulado por sus cuatro meses de estancia en prisión. La alcaldesa explicó que se levanta a las 7.45 horas de la mañana, trabaja todo el dia y dedica las últimas horas de la jornada a estar con sus hijos y amigos, para acostarse a las 2.30 horas de la madrugada.
La alcaldesa agradeció especialmente el apoyo prestado por numerosos vecinos y el "cariño" que le han mostrado a su vuelta al munjicipio, al igual que ha hecho "mucha gente" de la cercana ciudad de Zaragoza.
Por otra parte, Pinilla aclaró que el gesto animoso que realizó el pasado 21 de julio, a las puertas de la prisión de Zuera, instantes antes de partir en coche hacia su domicilio de La Muela, no es la señal de la victoria, como interpretó entonces la Prensa, sino un gesto carcelario de "compañerismo" entre las reclusas de Zuera.
