HUESCA, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
Las dos operaciones especiales que la Dirección General de Tráfico ha desarrollado desde la puesta en marcha de la variante de Monzón (Huesca) a finales del pasado mes de julio confirman que esta nueva infraestructura viaria ha contribuido a la reducción de las retenciones de circulación y de la accidentalidad en el que era uno de los tramos más peligrosos de la carretera N-240.
Los balances de las operaciones especiales de tráfico del 1 de agosto y del 15 de agosto reflejan que no hubo retenciones ni accidentes de tráfico en ese punto de la red viaria, explicó el jefe de Tráfico en Huesca, Andrés Fernández del Río.
Según señaló, era previsible que en las dos operaciones de tráfico de agosto se produjera alguna retención en la travesía de Monzón. Sin embargo, "la circulación ha sido totalmente normal porque la variante absorbe el tráfico de la carretera", apuntó.
Fernández del Río agregó que no ha habido que lamentar accidentes. Al respecto, matizó que tuvo lugar uno, "pero al final de la variante" ya que "hasta que no esté en marcha la autovía Huesca-Lérida al completo, el paso de la zona de autovía a la zona vieja de la N-240 tendrá dificultades".
De esta forma, el responsable de Tráfico concluyó que la nueva variante permite aliviar los atascos que habitualmente se producían en los puentes festivos y en las salidas y retornos vacacionales.
Esta infraestructura viaria es el primer tramo de la autovía Huesca-Lérida. Se trata de una vía de 12 kilómetros que se inicia en Castejón del Puente y acaba entre Monzón y Binéfar.
