Innova.- El Príncipe de Asturias en Investigación revela el potencial de los nanotubos en electrónica y medicina

Actualizado: miércoles, 22 octubre 2008 21:28

VALLADOLID, 22 Oct. (EUROPA PRESS) -

El profesor japonés Sumio Iijima, Premio Príncipe de Asturias de Investigación Científica y Técnica 2008 y descubridor de los nanotubos de carbono, reveló hoy en la Universidad de Valladolid (UVA) el potencial de este material para aplicaciones "más o menos inmediatas" en industrias del ámbito de la microelectrónica y la biomedicina.

El profesor Iijima impartió hoy una conferencia en la Facultad de Ciencias de la UVA bajo el título 'La estructura atómica de los nanotubos de carbono y otros materiales relacionados', donde apuntó que una de las aplicaciones más factibles para este material sería la fabricación de circuitos de transistores, en los que la forma de los circuitos se imprimiría sobre una superficie de nanotubos colocada sobre una fina lámina de plástico.

Del mismo modo, explicó la posibilidad de trabajar en aplicaciones médicas con estos nanotubos de carbono. En primer lugar, sería posible su uso para suministrar medicamentos de forma controlada a determinadas partes del organismo. "Si una persona tiene cáncer, el medicamento podría ir dentro de los nanotubos de carbono hasta la zona donde esté localizado el tumor y una vez allí liberaría la medicina sólo en las células afectadas", indicó.

Además, por su flexibilidad y resistencia, así como su condición de semiconductor, el nanotubo de carbono podría tener aplicaciones para tratamientos en células neuronales y en la médula espinal, añadió.

El problema de estas posibles aplicaciones, así como en la industria automovilística --donde permitiría generar una producción energética sin emisiones de CO2 a la atmósfera--, es que según apuntó, "la industria necesitaría toneladas de este material cuando sólo hay disponibles por el momento unos cuantos cientos de gramos para quienes deseen estudiarlo".

HISTORIA DE LOS NANOTUBOS DE CARBONO

Los nanotubos de carbono fueron sintetizados por primera vez en 1991 por el profesor Iijima y son diminutos cilindros de carbono puro cuyo espesor es 10.000 veces menor que el de un cabello humano (aproximadamente un nanómetro, es decir, la millonésima parte de un milímetro). Su longitud puede superar hasta en mil veces su espesor y su estructura es como la de un panal de abejas, donde los átomos de carbono están en los vértices de los hexágonos que forman las celdas del panal. El panal se enrolla sobre sí mismo para formar un cilindro en el que las celdillas coinciden a la perfección.

La peculiar estructura de los nanotubos de carbono les confiere propiedades excepcionales, base de revolucionarias aplicaciones tecnológicas en áreas tan dispares como la electrónica o la bio-medicina.

Así, actualmente numerosas investigaciones se centran en el uso de los nanotubos en células de combustible que utilizan el hidrógeno como energía limpia. El desarrollo de películas conductoras transparentes, nuevos catalizadores, mejora del rendimiento de células fotovoltaicas, etc. son otros ejemplos del gran potencial tecnológico de este nuevo material.

Varios grupos de investigación de la Universidad de Valladolid trabajan en el campo de la nanociencia y la nanotecnología con un reconocimiento internacional. Dos profesores de la UVA, la profesora María José López Santodomingo y el catedrático Julio A. Alonso Martín, ambos del Departamento de Física Teórica, Atómica y Óptica, cuentan con trabajos en colaboración con el Profesor Iijima dentro del campo de las propiedades estructurales de los nanotubos de carbono.