Cáritas aprecia mayor brecha entre quienes han salido de la crisis y las personas con mayor dificultad económica

El director de Cáritas en Asturias, Ignacio Alonso; el Secretario técnico de Foessa, Raúl Flores, y la responsable del programa de personas sin hogar, Pilar Díaz
El director de Cáritas en Asturias, Ignacio Alonso; el Secretario técnico de Foessa, Raúl Flores, y la responsable del programa de personas sin hogar, Pilar Díaz - EUROPA PRESS
Publicado: miércoles, 25 septiembre 2019 12:30

OVIEDO, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -

La responsable del programa de personas sin hogar de Cáritas, Pilar Díaz, ha advertido este miércoles de un incremento en la brecha entre quienes han salido de la crisis económica en Asturias y las personas con mayor dificultad para recuperarse. Si no se aplican "ya" medidas para combatir esta situación, ha advertido, "se agravará".

Díaz ha presentado junto al secretario técnico de la fundación Foessa, Raúl Flores, y el director de Cáritas Asturias, Ignacio Alonso, el Informe sobre exclusión y desarrollo social en Asturias correspondiente al año 2019. En él, se aprecia que la salida de la crisis económica "no se ha traducido" en una mejora para las rentas más bajas, que llevan "estancadas" diez años.

Así, el informe revela que la renta media en estos diez años aumentó un 1% en Asturias, pero en la capa social "más baja" se ha reducido un 27%. Además, el 14,4% de los asturianos, unos 148.000, se encuentran en situación de exclusión social. Entre ellos, 63.000 están en situación de exclusión social severa; y otros 16.000 se encuentran en el grupo de la "sociedad expulsada", que acumulan tantos problemas que "han sido amortizadas por la sociedad y descartadas".

El estudio de la Fundación Foessa utilizó una muestra de 663 hogares en el Principado y tuvo en cuenta 35 indicadores que miden la participación en el empleo, la capacidad de renta y el acceso a derechos básicos como vivienda, salud, educación o participación política. Todos ellos han permitido a la Fundación dividir a la sociedad en cuatro espacios, el de la integración plena, la integración precaria, la exclusión moderada y la exclusión severa.

De acuerdo a estos espacios, el informe señala que ha aumentado la integración en un 2 por ciento, siendo el 72% de los asturianos los que no presentan ninguna dificultad, frente a quienes se encuentran en situación de "integración precaria", que suponen el 14% --140.000 personas--. Estos últimos, advierte el informe, ante una situación de crisis podrían caer en la exclusión.

EL ACCESO A LA VIVIENDA, PRINCIPAL FACTOR DE EXCLUSIÓN

El documento presentado refleja que la dimensión que genera situaciones problemáticas a un mayor porcentaje de los asturianos es la vivienda, afectando al 24% de la población, y especialmente a quienes viven en exclusión y exclusión severa --un 63% y un 81,5% respectivamente--. La inseguridad en la vivienda afecta así a 18.000 familias asturianas y la inadecuación de la vivienda a 36.000.

Estos problemas de vivienda vienen derivados de motivos económicos que en la mayoría de los casos tienen el origen en la exclusión en el empleo, situación en la que se encuentra el 21% de la población asturiana. Por otro lado, las dimensiones del consumo y el aislamiento social se han incrementado en 1,3 y 0,1 puntos respectivamente.

El informe también evidencia que, si bien durante la crisis la red de apoyo social --familia, amigos o vecinos-- fue la "tabla de salvación" de las personas en riesgo, en 2018 el aislamiento social ha aumentado en Asturias. De este modo, la situación más común es la de hogares sin relaciones y que no tienen "ningún apoyo" para situaciones de enfermedad o dificultad --un total de 26.000 hogares--.

RETOS DE FUTURO

Ante estas situaciones desde Cáritas y Foessa han enumerado una serie de medidas que deberían ponerse en marcha para tratar de reconducir la situación.

Consideran preciso que las políticas sociales tengan un carácter "integral y vertebrado", que doten a los hogares de las herramientas necesarias y no solo económicas; asimismo creen "urgente" comenzar por los que peor están, ya que el paso del tiempo y la persistencia de las dificultades "se convierten en un refuerzo negativo de la exclusión".

Por otro lado, es preciso a su juicio "trabajar para lograr el derecho a la vivienda". En este punto han destacado el "esfuerzo" del Ejecutivo autonómico en políticas sociales, pero han pedido un "impulso definitivo" para hacerlas efectivas.

Reclaman además políticas que faciliten la apuesta por mejorar los apoyos a las personas y familias para hacer posible un mayor dinamismo demográfico.

Para combatir el aislamiento social, consideran necesario "potenciar el apoyo próximo" para las personas que más lo necesitan en una época de "interrelación global".

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