El forense de Luarca imputado por acoso y malos tratos será juzgado el 17 de diciembre en Mondoñedo (Lugo)

Actualizado: domingo, 27 septiembre 2009 14:37

OVIEDO, 27 Sep. (EUROPA PRESS) -

Un forense de Luarca, M. J. R. R. será juzgado el 17 de diciembre en Mondoñedo (Lugo) acusado de presuntos hechos de acoso y malos tratos. El fiscal solicita una pena de cuatro años de prisión y diez de alejamiento por un delito de maltrato continuado a su ex pareja, según informaron fuentes jurídicas a Europa Press.

El Juzgado de Mondoñedo instruye la causa después de que cuatro juezas de Luarca se abstuvieran alegando su relación laboral con el acusado.

Según un texto remitido en mayo de 2006 al Ministerio de Justicia por la presidenta de la Federación de Asociaciones de Mujeres Separadas y Divorciadas, en la denuncia se acompañaba la transcripción de numerosos mensajes que habían sido dirigidos al teléfono móvil de la denunciante, y se dejaba constancia de la recepción de hasta 470 llamadas durante un periodo de cuatro horas en un mismo día.

Todo comenzó en 2004 cuando se produjo la primera medida de alejamiento de su víctima, al ser acusado de hacer más de 400 llamadas perdidas diarias a su ex pareja, a pesar de que ella insistió en que dejara de llamarla.

Por su parte, el Ministerio de Justicia aseguró que se habían tomado "las medidas oportunas" para separar profesionalmente al médico de otros casos relacionados con la violencia de género, en concreto, apuntó que intervendría para "garantizar por encima de todo la mejor asistencia forense en estos juzgados especializados".

La misma situación de acoso telefónico se volvió a repetir en dos ocasiones más. Tan solo un año y medio después de recibir su primera denuncia, se le volvió a responsabilizar de acoso telefónico, pero esta vez con una mujer a la que había conocido meses antes por Internet.

Para el juez que llevó el caso "existen indicios más que fundados" de que el acusado cometió una "falta de vejaciones injustas en el ámbito familiar" sobre la mujer, por lo que se estipuló una orden de protección para ella y una orden de alejamiento para él.

Posteriormente, a principios de 2009 recibió otra denuncia de una mujer que aseguraba que tras su ruptura, el forense la llamaba más de 20 veces todos los días, aunque en esta ocasión la denuncia no derivó en una orden de protección para la víctima porque el juez consideró que no se evidenciaban situaciones de riesgo para la afectada.