La juez absuelve a un Guardia Civil enfermo mental y le impone tres años de tratamiento médico

Actualizado: miércoles, 17 marzo 2010 19:48

El hombre deberá pagar 1.228 euros a la Clínica y 920 al enfermero

OVIEDO, 17 Mar. (EUROPA PRESS) -

La magistrada del Juzgado de lo Penal número 3 de Oviedo, María Paz González-Tascón, ha acordado absolver a un Guardia Civil de Oviedo aquejado de un trastorno bipolar mixto, que en 2007 irrumpió en una clínica psiquiátrica de La Corredoria y ocasionó múltiples destrozos.

En la sentencia a la que ha tenido acceso Europa Press, estima que concurrió la eximente completa de trastorno mental y le impone, como medida de seguridad, que se someta a un año de tratamiento externo en centro médico por cada uno de los tres delitos que se le imputaban, tal y como pedía la Fiscalía.

En la vista, celebrada en dicha sala el pasado 1 de marzo, el hombre declaró que no recordaba nada de lo que pasó aquel día, mientras su mujer y el abogado defensor negaron que agrediera al enfermero y criticaron que la actuación de los agentes para reducirle fue "desproporcionada".

Según la calificación del Ministerio Público, el hombre incurrió en tres delitos de daños, lesiones y resistencia y cometió dos faltas de amenazas y vejaciones.

En concepto de responsabilidad civil, la juez le condena a pagar a la clínica 576,90 euros por los desperfectos y 651,20 euros por los perjuicios derivados de la baja del enfermero. Éste, a su vez, será indemnizado con 620 euros por las lesiones y con 300 por las secuelas. Asimismo, deberá abonar las costas judiciales, incluidas las de la acusación particular.

En la vista declararon el acusado, su mujer, el enfermero al que supuestamente agredió, una auxiliar de clínica, la directora del centro médico, una forense, y dos de los seis agentes de la Policía Local que intervinieron para reducirle.

LOS HECHOS

De acuerdo al escrito, el hombre acudió sobre las 00.50 horas del 10 de abril de 2007 al servicio de urgencias de la Clínica Psiquiátrica San Rafael en compañía de su mujer, con un episodio maniaco con gran agitación psicomotriz.

En la entrada del centro y en la sala de espera del mismo rompió varias puertas, una jardinera, el mostrador, cuatro maceteros, el teléfono y un cuadro, lo que motivó la intervención del enfermero, a quien el enfermo insultó y amenazó de muerte.

Cuando éste trató de calmarlo, el hombre le propinó "un fuerte empujón que le lanzó contra la pared" y le golpeó en la cabeza con el auricular de un teléfono y con un cesto de flores, lo que le hizo caer al suelo.

Una vez que consiguió huir alertó a la Policía Local que trasladó a seis agentes hasta el lugar de los hechos. Mientras los agentes trataban de calmarle, el acusado trató de arrebatarle el arma a uno de ellos, profiriendo amenazas de muerte contra el enfermero, a quien propinó un puñetazo. Poco después se personó en la clínica su directora, que reconoció al hombre como un antiguo paciente.