Los peritos descartan que el hombre que mató a un vecino con una guadaña sufra trastorno paranoide

Actualizado: jueves, 25 junio 2009 19:05

Los forenses afirman que la víctima estaba viva cuando el procesado le clavó la guadaña en la cabeza, "mortal de necesidad"

OVIEDO, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

Los peritos que examinaron al acusado de matar a un hombre con una guadaña en su finca de la localidad de Vendillés, en el concejo de Yernes y Tameza, descartaron hoy que el procesado sufra un trastorno paranoide. "Cuando cometió el crimen se encontraba bajo los efectos paranoides de la cocaína pero no tiene ningún trastorno", señaló.

Así lo explicaron hoy los médicos psiquiatras que comparecieron ante el tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo. El juicio ha quedado visto para sentencia. El fiscal ha eliminado la petición de pena por un delito de drogas y ha mantenido la pena de 10 años de prisión por un delito de asesinato.

El acusado, en su derecho a la última palabra, pidió perdón a los famliares de la víctima y manifestó que está dispuesto a someterse a todo tipo de tratamientos para abandonar su adicción a la cocaína.

Por su parte, la acusación particular, ejercida por Ana Boto, mantuvo su petición de 20 años de prisión por un delito de asesinato, ya que "concurren los agravantes de alevosía y ensañamiento", y la prohibición de que el acusado no pueda volver al pueblo durante 25 años.

Por otro lado, la defensa, ejercida por el letrado, Luis Tuero, considera que existe un delito de homicidio con la eximente completa de enajenación mental por lo que pide que se interne al acusado en centro psiquiátrico por un periodo de 10 años.

Los peritos manifestaron que el procesado actuó con sus facultades volitivas mermadas por el consumo de sustancias estupefacientes. "Utiliza la droga para episodios de celebración como para episodios tristes", manifestaron.

En este sentido, los médicos señalaron que el acusado es "consciente" plenamente de que el consumo de droga le afecta su comportamiento, y así se reconoce en informes médicos del acusado de varios hospitales de Madrid.

Los psquiatras explicaron que el acusado tiene cuadros paranoides y alteraciones en el pensamiento por su adicción y consumo de drogas. "Si vuelve a consumir, con toda probabilidad volvería a tener estos brotes psicóticos", señaló uno de los especialistas.

"Esta persona, en el momento en el que acabó con la vida de Cesáreo Fernández Pando, tenía problemas contra los vecinos y contra el mundo en general, debido al consumo de cocaína", apuntaron los psquiatras.

MORTAL DE NECESIDAD

Por su parte, los médicos forenses que examinaron el cadáver explicaron que el acusado después de darle varios golpes con una madera le clavó dos veces la guadaña. Una en el glúteo hasta el tórax y la otra en la cabeza, "mortal de necesidad". "La víctima estaba viva cuando el procesado le clavó la guadaña en la cabeza", señalaron.

Los forenses destacaron además que el fallecido tenía heridas en los brazos y en las manos como señal de defensa. "Entendida como protección y nunca como ataque", ya que los facultativos manifestaron que la víctima recibió los golpes desde atrás.