Un total de 115 cámaras automáticas estudian la vida del oso en libertad en la Cordillera Cantábrica

Oso pardo en su hábitat comiendo arándonos.
Oso pardo en su hábitat comiendo arándonos. - FAPAS
Publicado: viernes, 2 agosto 2019 11:27

OVIEDO, 2 Ago. (EUROPA PRESS) -

El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS)ha renovado su equipo fotográfico para estudiar al oso con cámaras de alta tecnología que permiten obtener imágenes de gran calidad y realizan disparos automáticos con gran rapidez, lo que garantiza que todo lo que pasa por delante del objetivo queda fotografiado.

Según han informado a través de una nota de prensa, la conservación del oso pardo en la Cordillera Cantábrica continúa "siendo un reto". Conocer mejor su biología, cuáles son sus preferencias alimenticias y cómo se mueve es "una necesidad" para garantizar la supervivencia del mamífero terrestre más grande que habita en España.

El seguimiento del oso con cámaras ha permitido conocer aspectos de su alimentación poco conocidos, como la explotación de las carroñas. Los animales muertos en la naturaleza son una fuente de alimentación muy importante para el oso. Si encuentra carroñas en el invierno y en primavera hay fruta suficiente, el oso pasa
desapercibido en la montaña y apenas genera problemas. Si no encuentra carroñas en invierno, en primavera busca alternativas proteínicas en las colmenas con el consiguiente enfado de los apicultores. Según han apuntado, "la culpa no es directamente del
oso, si no de la retirada de carroñas que las administraciones impusieron de manera drástica sin tener en cuenta su importancia para la alimentación de la fauna salvaje".

ALIMENTARSE DE ARÁNDANOS Y HUSMEAR EN LOS BASUREROS

La invasión de matorral en las praderías de montaña limita la presencia del arándano silvestre, un fruto que los osos buscan intensamente en cuanto llega el verano. Desde FAPAS aseguran que "limpiar el monte cubierto con matorral utilizando el fuego, una costumbre que parece haberse puesto de moda en la Cordillera Cantábrica, elimina miles de hectáreas de terrenos que producen alimento a los osos obligándolos a buscar alternativas que en ocasiones implica la presencia de osos cerca de entornos humanos".

FAPAS está comprobando la proliferación en zonas de montaña, de los basureros ilegales. Son zonas en las que si se depositan residuos alimenticios, la fauna salvaje y entre ellos los osos acudirán en busca de comida. Según han explicado, "comer en la basura puede generar un cambio en el comportamiento de los osos, habituándolos a hacer recorridos donde puedan obtener alimento con facilidad".

Es por ello que FAPAS va a iniciar un estudio de investigación mediante el seguimiento fotográfico de alguno de los basureros ilegales que tiene localizados en zonas oseras que pueden resultar peligrosos al provocar un cambio en el comportamiento alimenticio natural del oso.