SANTANDER, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
Cantabria es una de las tres comunidades autónomas más aficionadas a las legumbres, según un informe elaborado por la empresa nacional Mercasa.
En concreto, y según dicho informe, consultado por Europa Press, las comunidades autónomas más aficionadas a las legumbres son La Rioja, Cantabria y Asturias, mientras que en el extremo opuesto se sitúan los habitantes de Galicia, Baleares y Valencia.
El informe señala que los españoles comemos 4,4 kilos de legumbres secas por persona y año, de las que un 75,2% se consumen en el hogar, un 16,9% en establecimientos de hostelería y restauración, y el 8% restante se corresponde al consumo institucional.
De esos 4,4 kilos por persona y año, 1,6 kilos son de garbanzos, 1,4 kilos de alubias, mientras que los restantes 1,4 kilos son de lentejas. Un 84,9% de las legumbres consumidas se adquieren envasadas, mientras que el 15,1% restante se comercializa a granel un porcentaje superior al del ejercicio precedente, en el que las legumbres comercializadas a granel alcanzaban el 14,1%.
Las legumbres son más consumidas por las personas que habitan en núcleos de población de menos de 2.000 habitantes, mientras que su consumo disminuye en los grandes centros urbanos y, sobre todo, en los municipios que cuentan entre 10.000 y 100.000 habitantes.
Los hogares compuestos sólo por adultos consumen más legumbres que aquellos en los que hay niños, sobre todo menores de 6 años. Teniendo en cuenta el tamaño del núcleo familiar, presentan niveles de consumo más importantes las viviendas unipersonales, y éste va disminuyendo a medida que se incrementa el tamaño del mismo.
Las amas de casa que no trabajan fuera del hogar y las mayores de 65 años son las que adquieren mayores cantidades de legumbres, mostrándose como las más reticentes a la hora de incluir estos productos en su cesta de la compra las amas de casa más jóvenes, que adquieren menos de la mitad de legumbres que las de más de 65 años.
En cuanto a la estructura del núcleo familiar, los jubilados, las parejas adultas sin hijos y los adultos independientes se erigen como los principales consumidores de este producto, frente a los hogares monoparentales, los jóvenes independientes y, sobre todo, las parejas jóvenes con hijos pequeños, que muestran los consumos más bajos de legumbres.
