La seguridad y la protección ambiental, principales ejes de actuación del vertedero de Castañeda

Actualizado: lunes, 29 marzo 2010 12:50

SANTANDER, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

La seguridad y la protección ambiental serán los principales ejes de actuación del Vertedero de residuos no peligrosos de Castañeda, que sustituirá al actualmente ubicado en El Mazo (Piélagos) como centro de referencia en Cantabria para la gestión de los residuos industriales no peligrosos.

Se trata de un proyecto promovido por la empresa Integraciones Ambientales de Cantabria (IACAN), una sociedad de capital mixto formada por la empresa pública MARE, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente del Gobierno de Cantabria, y la empresa FCC-Ámbito.

Según información de la Consejería de Medio Ambiente, recogida por Europa Press, el proyecto cuenta con Autorización Ambiental Integrada y autorización por parte de la Confederación Hidrográfica del Cantábrico. Tras la redacción del proyecto de construcción de la primera fase del vertedero, se han licitado las obras tanto del vaso como del vial de acceso.

Ubicado en Monte Carceña, el vertedero contará con una contará con una superficie total de unas 50 hectáreas y una capacidad total estimada en 7.500.000 metros cúbicos, siendo su vida útil entre 20 y 25 años. Una vez terminada ésta, se procederá a la impermeabilización del vertedero y a la restauración fisiográfica y ecológica de su superficie.

La explotación del vertedero se dividirá en varias fases que proporcionarán un volumen útil capaz de albergar los residuos que se produzcan entre cuatro y cinco años de explotación. A su vez, cada fase estará formada por distintos niveles de llenado de los dos vasos de vertido existentes, hasta alcanzar cada uno de ellos la cota de 165 metros.

El vertedero acogerá, a su vez, una plataforma destinada a albergar los edificios de explotación, como las oficinas o talleres, y otra donde se construirán las balsas de recogida y gestión de los lixiviados o líquidos que se generen.

A pesar de que la zona de ubicación del vertedero presenta materiales geológicos de baja permeabilidad, esta barrera natural será reforzada mediante la instalación de un sistema de impermeabilización, fundamental para evitar que los lixiviados producidos contaminen la red de drenaje superficial y las aguas subterráneas de los terrenos sobre los que se asientan los vertederos de residuos sólidos urbanos. De esta forma, el sistema de impermeabilización del vertedero presentará varias capas, desde el fondo hasta la superficie, lo que garantizará la protección total del subsuelo.

Para asegurar un vertido cero y por lo tanto, ausencia total de contaminación, los lixiviados procedentes de cada uno de los dos vasos de vertidos serán recogidos mediante sistemas de drenaje independientes y almacenados en balsas, para proceder a su gestión según establece la normativa. Una vez recogidos, los lixiviados serán evacuados y tratados mediante gestor autorizado externo.

Además, se implantarán tres redes de drenaje destinadas a evacuar las aguas naturales, incluyendo las subsuperficiales, las pluviales exteriores y las pluviales de explotación, para así captarlas y reconducirlas al medio natural evitando, de esta forma, su entrada en el vertedero y su contaminación. Es decir, las aguas de escorrentía alcanzarán su cauce natural sin contacto con el vertedero a través de una conexión perimetral que desviará el agua, devolviéndolo a su cauce.

CONTROL Y VIGILANCIA

Por otro lado, el proyecto contempla la adecuación del vertedero al Real Decreto por el que se regula la eliminación de residuos mediante depósito en vertedero. No obstante, se ha definido un amplio abanico de controles, como el llevado a cabo en la topografía del vaso de vertido para prevenir posibles asientos; el del balance hídrico mediante una torre meteorológica; treinta puntos de monitorización y control de las aguas evacuadas repartidos entre las distintas redes de drenaje; cinco piezómetros para comprobar la afección a las aguas subterráneas; y una red de pozos que permitirán detectar cualquier posible emanación de biogás.

Y es que en el vertedero solamente se depositarán residuos que hayan sido objeto de algún tratamiento previo, excepto los inertes cuyo tratamiento sea técnicamente inviable. Además, y previamente a su vertido, los residuos serán sometidos a un protocolo de admisión en planta. Una vez depositados, se cubrirán diariamente con una capa de material de la propia excavación. A su vez, antes de procederse al sellado de cada nivel, serán compactados con el fin de que ocupen el menor espacio posible.

Durante la construcción del vertedero, con la doble finalidad de estabilizar los taludes y las laderas circundantes e integrar el vertedero en su entorno, se llevarán a cabo en su perímetro plantaciones con especies autóctonas.