CANTABRIA.-El obispo destaca que el Papa Francisco transmite "vitalidad y energía evangélica"

El obispo de Santander saluda al Papa Francisco
OBISPADO
Actualizado: lunes, 3 marzo 2014 19:58

Jiménez Zamora se ha reunido este lunes con el Papa

SANTANDER, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, ha destacado la "vitalidad y energía evangélica" que transmite el Papa Francisco tras ser recibido por éste con motivo de la Visita Ad Limina Apostolorum que los obispos españoles están realizando a Roma desde el pasado 24 de febrero.

Jiménez Zamora acudió junto a otros 10 obispos que presiden las diócesis de las Provincias Eclesiásticas de Galicia (Santiago de Compostela) y Oviedo, esta última a la cual pertenece la de Santander junto con las de León, Astorga y la propia Oviedo. El encuentro se prolongó durante una hora y media.

El obispo le entregó al Papa Francisco un libro del Beato de Liébana con códices ilustrados y el Santo Padre le obsequió, a su vez, con una cruz pectoral, que es la enseña de los prelados. Jiménez Zamora le trasmitió al Papa "el afecto, las oraciones y el cariño del pueblo de la Diócesis de Santander" y el pontífice envió su bendición y saludos para todos los diocesanos cántabros y de Mena.

Tras el encuentro, el obispo comentó que el Papa Francisco "transmite vitalidad, convicción y energía evangélica", y durante el encuentro también recordó ante el grupo de obispos presentes anécdotas pastorales de cuando era Arzobispo de Buenos Aires.

PARO EN JÓVENES, ANCIANOS Y VOCACIONES

Jiménez Zamora destacó que se repasaron asuntos de actualidad, entre los que el Papa se mostró "especialmente preocupado por el alto índice del paro entre los jóvenes". Para el Santo Padre, esta situación se puede encuadrar en la llamada "cultura del descarte y de la exclusión" que él ha denunciado en varias ocasiones.

Asimismo, el Papa Francisco se interesó por las personas mayores y ancianos y recordó que "en ellos está la sabiduría", por lo que recomendó que se propiciara el "diálogo entre los mayores y los jóvenes" por los buenos frutos de este intercambio.

Durante el encuentro se repasó el tema de las vocaciones sacerdotales y de los seminarios, campo en el que el Santo Padre pidió que "se cultive la pastoral vocacional" y se preste atención en la selección de los candidatos.

El Papa se interesó, igualmente, por la situación de los sacerdotes mayores y ancianos, a los que "agradeció su trabajo durante años" y les animó a realizar las tareas que pudieran y a que vivieran esta etapa de la vida con "ilusión y esperanza".

El Papa Francisco instó a los obispos "a ir delante de su pueblo para guiarle, pero también detrás para que nadie se quede rezagado" y recordó que "en los fieles, también está el Señor"

NATURALEZA VISITA AD LIMINA

La Visita Ad Limina se realiza cada cinco años aproximadamente, y ésta es la primera que se efectúa por los obispos españoles desde el final del pontificado de Juan Pablo II.

Con ella, "se visibiliza la unidad y la comunión" de los sucesores de los Apóstoles con el Sucesor de San Pedro y de las Iglesias locales con la Iglesia primada de Roma. De este modo, la Visita Ad Limina es una ocasión para "la comunión eclesial, la colegialidad episcopal y la caridad fraterna entre los Pastores y el Papa".

El obispo remitió hace varias semanas un dossier compuesto por 23 capítulos que documentan el perfil y las características de la Diócesis de Santander. En su contenido se ofrecen informes sobre ámbitos de la Iglesia, tales como la familia, sacerdotes, vida del obispo, ecumenismo, juventud, vocaciones, actividad de cáritas o parroquias, entre otras.

Los obispos españoles están realizando la Visita Ad Limina en dos grupos; el primero desde el 24 de febrero hasta el 3 de marzo (44 obispos) y el segundo del 3 al 8 de marzo (39 obispos). Igualmente los prelados celebrarán la Eucaristía en la Basílica de San Pedro y en la de San Pablo Extramuros.

Los orígenes históricos de la Visita Ad Limina datan del siglo IV, aunque fue el Papa Sixto V en 1585 quien la institucionalizó y la dispuso de modo más sistemático.

En la actualidad, la Visita se define y precisa en los cánones 399 y 400 del Código de Derecho Canónico. Según esta legislación de la Iglesia, los obispos diocesanos deben visitar las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo, encontrarse con el Sucesor de Pedro y presentar un informe o relación de sus respectivas diócesis cada cinco años, aproximadamente.

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