Botín declarará el miércoles como testigo en el Supremo en la causa por los cobros del juez en Nueva York

MADRID, 16 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Banco Santander, Emilio Botín, declarará el próximo miércoles como testigo ante el magistrado del Tribunal Supremo Manuel Marchena, en el marco de la causa abierta al juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón por prevaricación y cohecho por los cobros que recibió por dirigir unos cursos en la Universidad de Nueva York, entre 2005 y 2006.

Esta declaración estaba prevista para el pasado 12 de mayo, pero se retrasó al próximo miércoles a petición del propio banquero, quien informó por carta al Tribunal Supremo que en la fecha inicialmente marcada le sería imposible acudir al alto tribunal por encontrarse fuera del país.

Los querellantes en esta causa, los abogados José Luis Mazón y Antonio Panea, relacionan la supuesta percepción de 302.000 dólares por parte de Garzón por la organización de los cursos patrocinados con el banco con la decisión de éste de no admitir a trámite posteriormente una querella formulada contra directivos del Banco Santander, entre ellos su presidente Emilio Botín, en el proceso penal por las 'cesiones de crédito'. La Fiscalía no ve delito en la actuación del juez y no le acusa en este procedimiento.

En su querella, los letrados aludían a un documento interno del banco en el que Gonzalo de las Heras daba cuenta al presidente de la entidad de una comida con Garzón celebrada el 21 de abril de 2005 y le señala: "Nos habló de sus contactos con las autoridades antiterroristas americanas y de los programas que desde la cátedra King Juan Carlos I of Spain quiere organizar. (...) Hoy me envía la propuesta que te adjunto, y que me parece importante aunque ambiciosa".

"QUERIDO EMILIO"

Los querellantes defienden en su denuncia ante el Supremo que la documentación aportada en las actuaciones "pone inequívocamente de relieve que la información proporcionada por el certificado aportado por el querellado es falsa, ya que no es la Universidad o el Centro Rey Juan Carlos I quien pide, sino el querellado -valiéndose, claro está, de su cargo como reza al pie de firma (Garzón firmaba como magistrado-juez) y de la problemática condición por entonces del presidente del Santander, imputado en varios procesos penales ante la propia Audiencia Nacional".

También obran en la causa unas cartas remitidas por Garzón a Botín agradeciéndole el patrocinio de los cursos y tratándole de "querido Emilio".

La última declaración en esta causa tuvo lugar el pasado día 6, cuando acudió al despacho del juez Marchena, también como testigo, el que fuera responsable del Santander en Estados Unidos Gonzalo de las Heras. También estaba citado para ese día Rodolfo Izaca, pero su interrogatorio fue suspendido "sine die" tras acreditar éste ante la Sala que se encuentra muy enfermo.

Según informaron fuentes presentes en la declaración, el magistrado exigió a De las Heras que le haga entrega del expediente completo del patrocinio de la entidad a los cursos que dirigió el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón en 2005 y 2006 en Nueva York. Marchena le pidió que lo hiciera antes del 18 de mayo, un día antes de la comparecencia de Botín.

Fuentes presentes en la declaración prestada hoy por De las Heras en el alto tribunal destacaron la especial contumacia del instructor en esta exigencia, ya que exigió firmemente tener acceso al expediente completo pese a las continuas excusas que el testigo le expuso, como que ya se habían entregado todos los documentos, su condición de jubilado o el hecho de que actualmente siga residiendo en Estados Unidos.

El magistrado le exigió que le entregara toda la documentación, incluidos cheques y las comunicaciones escritas con Garzón relativas al patrocinio de los cursos, que generaron unos cobros por los que el titular del Juzgado Central de Instrucción número 5 está imputado por cohecho y prevaricación.

Fuentes de la defensa señalaron, por su parte, que De las Heras fue muy "contundente" en señalar que Garzón fue pagado por la Universidad, y no por el banco. "El presupuesto iba por un lado y Garzón por otro", insistieron.