La ciudad celebra mañana la Virgen del Mar con los tradicionales actos religiosos y la comida campestre

Actualizado: domingo, 23 mayo 2010 12:56

El alcalde y el presidente regional participarán en el programa festivo

SANTANDER, 23 May. (EUROPA PRESS) -

Santander celebra mañana la festividad de su patrona, la Virgen del Mar, con los tradicionales actos religiosos y la posterior comida campestre, en la que este año se repartirán 3.000 raciones de cocido montañés.

A las celebraciones se sumarán como todos los años la Corporación municipal, encabezada por el alcalde, Íñigo de la Serna, así como el Cabildo catedralicio. También acudirá el presidente regional, Miguel Ángel Revilla.

El programa de la jornada comenzará a las 10.45 horas con el traslado de la imagen en procesión desde la parroquia de San Román hasta la ermita, una comitiva que estará presidida por el obispo, Vicente Jiménez.

Ya en la ermita, a las doce del mediodía, el prelado oficiará la misa en la que la Corporación municipal y el Cabildo catedralicio renovarán su voto, junto con el pueblo de San Román de la Llanilla y la ciudad de Santander.

Durante la celebración religiosa intervendrán la Banda Municipal de Santander y el Coro de la Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes. La colecta se destinará a las 12 niñas de Sri Lanka apadrinadas con motivo de la coronación canónica de la Virgen del Mar en el año 2005.

A continuación, a las 13.15 horas, el Coro La Encina actuará en la campa y, a partir de las dos de la tarde, comenzará el reparto de 3.000 raciones de cocido montañés. Ya por la tarde, habrá actividades infantiles y actuaciones de música montañesa.

HISTORIA DE LA VIRGEN DEL MAR

La Virgen del Mar fue proclamada oficialmente patrona de Santander en 1979, por el entonces obispo Juan Antonio del Val. La fiesta se celebra siempre el lunes de Pentecostés, es decir, 51 días después del Domingo de Resurrección. Por ello, la jornada varía anualmente en función de cuando termine la Semana Santa.

La imagen de la Virgen es de talla gótica y data de finales del siglo XIII o principios del XIV. Se trata de una figura de 55 centímetros de altura, sedente en un sitial bajo, con el niño sentado sobre sus rodillas, en la parte central.

Una tradición cuenta que la Virgen apareció flotando sobre una tabla entre las rocas de la costa, por lo que podría tratarse de una talla de una nave o 'Virgen de galeón', como se llamaban las imágenes que llevaban los barcos. El hecho de que estas imágenes iban sujetas por un vástago al barco hace pensar, también, que la nave podría haberse hundido y el mar haber sacado a la costa la imagen.

Otra tradición cuenta que los vecinos quisieron edificar un santuario dedicado a la Virgen en el lugar de Rostrío, no muy lejos de la actual ermita aunque más alejado de la costa, pero los materiales acopiados durante el día eran devueltos misteriosamente por la noche al lugar donde había aparecido la imagen en la isla en la que actualmente se encuentra la ermita.

La ermita fue fundada a finales del siglo XIV por Gonzalo Fernández de Pámanes, que pertenecía a uno de los seis linajes primitivos de Santander y cuyo sepulcro, del año 1.400, se encuentra en el interior de la ermita.

Existe un antiquísimo voto que cumplen el Cabildo catedralicio y el Ayuntamiento en el lunes siguiente a la Pascua de Pentecostés, pero se ignora el suceso o sucesos catastróficos que dieron origen al mismo.

Popularmente, y desde hace siglos, la imagen de la Virgen del Mar ha ejercido un extraordinario influjo en la ciudad de Santander. A su presencia acudían tripulaciones de barcos, tras las angustias sufridas en el mar. Durante las terribles pestes que asolaron a Santander a partir del siglo XVI, se bajaba la imagen a la villa para solicitar su protección contra la enfermedad.

En el año 1590 la imagen fue robada por unos piratas cuyo barco naufragó frente a Castro Urdiales y, tras ser descubierta flotando sobre las aguas del mar, fue devuelta, acompañada de una gran procesión, hasta Santander.