El Colegio de Médicos pide que las agresiones a profesionales se consideren delito de atentado y se castiguen con cárcel

Actualizado: miércoles, 13 junio 2007 15:22

La entidad pone en marcha un protocolo de agresiones que ofrecerá apoyo psicológico y asesoramiento jurídico a los médicos agredidos

SANTANDER, 13 Jun. (EUROPA PRESS) -

El Colegio Oficial de Médicos de Cantabria se propone conseguir que las agresiones a los profesionales sean consideradas como delitos de atentado, de forma que se castiguen en todos los casos con penas de cárcel, con independencia de su gravedad. En esa línea se trabaja ya en contacto con la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cantabria (TSJC) y en el marco del protocolo frente a agresiones que presentó hoy la institución en rueda de prensa.

Actualmente, en Cantabria las agresiones a médicos se juzgan como faltas o delitos de lesiones. En el caso de las faltas, previstas para las agresiones de menor gravedad, se zanjan con multas, y sólo cuando las lesiones son más graves se consideran delitos de lesiones y pueden conducir a prisión.

Lo que se propone el Colegio es que en todos los casos las agresiones se consideren como delito de atentado -castigado con penas de entre uno y tres años de prisión-, como se prevé para cualquier funcionario público y al igual que ocurre, por ejemplo, con los agentes de policía. Con ello se garantizaría que todas las agresiones fueran castigadas con prisión y serviría de medida preventiva, al conocer los pacientes las consecuencias de una conducta violenta.

Así lo explicaron el presidente del Colegio de Médicos, Pablo Corral, y la vocal de Medicina Rural, María Ángeles Herrera, acompañados de Gabriel Rodríguez, uno de los abogados de la Asesoría Jurídica de la organización colegial, que fueron los encargados de detallar el contenido del protocolo, que contempla apoyo psicológico y asesoramiento jurídico para los afectados.

Según explicó Corral, ya han mantenido una primera reunión con la fiscal jefe del TSJC, Pilar Martín Nájera, en la que aseguró haber encontrado una "receptividad total" a su propuesta. La intención es mantener nuevas reuniones más adelante y mientras ir estudiando la casuística para, a la luz de ella, analizar si es necesario que se dé instrucciones a los fiscales para que califiquen las agresiones a médicos como delito de atentado, como ya se ha hecho en otras regiones.

En esta línea, el Colegio de Médicos, que desde el año 2003 se persona como acusación particular en los casos de agresiones a sus colegiados, creará un registro de agresiones -preservando en todo momento la confidencialidad de las víctimas- para trasladar después los datos a la Fiscalía.

AUMENTO DE LAS AGRESIONES Y LA GRAVEDAD

El presidente del Colegio de Médicos señaló que las agresiones a profesionales están "aumentando considerablemente", pero sigue existiendo "miedo" a denunciarlas por temor a "represalias".

En lo que va de año la asesoría jurídica del Colegio ha recibido en torno a una docena de casos, cuando hace tres años ese era el número de casos conocido en todo un año, agregó el abogado Gabriel Rodríguez, quien confió en que un cambio del tratamiento penal de estas agresiones ayude a que no quede "ni una agresión sin denunciar".

Las agresiones se producen fundamentalmente en los servicios de urgencias y también en consultas de Atención Primaria y Especializada. La mayor parte de las veces los autores no son los pacientes, sino sus familiares y acompañantes.

Además, según Rodríguez, se constata un aumento de la gravedad, ya que se ha pasado del insulto a las amenazas, las coacciones y situaciones de "verdadero riesgo físico" para los médicos. A modo de ejemplo recordó el caso de un colegiado al que un paciente lanzó un ordenador.

PROTOCOLO

Por lo que respecta estrictamente al 'Protocolo colegial ante las agresiones a médicos en el ámbito sanitario' presentado hoy, contempla asistencia médica, jurídica y psicológica para todos los colegiados, ya ejerzan en la sanidad pública o en la privada. Después de dos años de trabajo en el documento, el resultado es un instrumento "global", que pretende hacer frente al "desamparo" de los médicos ante lo que empieza a ser un "mal endémico".

Para difundir los contenidos básicos de ese protocolo se distribuirán dípticos informativos entre los profesionales en los que se les indica qué deben hacer ante una agresión.

Algunas de esas cuestiones recogidas en el folleto son la necesidad de protegerse, pero sin responder a la agresión y buscando ayuda en personal de seguridad, fuerzas y cuerpos de seguridad u otros compañeros; recabar toda la información posible sobre los hechos y datos de testigos; y, cuando se requiera, solicitar asistencia sanitaria y el correspondiente parte de lesiones.

Después, se debe comunicar la agresión al Colegio (presencialmente o por vía telefónica) y se activa entonces el protocolo, que incluye la convocatoria de la Comisión de Agresiones, que se pondrá en contacto con la víctima.

Llegado este punto, el profesional víctima de una agresión podrá encontrar en el Colegio apoyo psicológico y también asesoramiento jurídico para emprender las actuaciones judiciales necesarias, incluida la denuncia si no se hubiera presentado ya.

EL "BRAZO TENDIDO" A LA ADMINISTRACIÓN

El protocolo de actuación ante agresiones ve la luz impulsado por el Colegio de Médicos "en solitario" porque no recibió respuesta cuando presentó sus primeras ideas al Servicio Cántabro de Salud (SCS), de la Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. Aun con todo, Pablo Corral aseguró que la organización colegial tiene el "brazo tendido" para llegar a actuaciones conjuntas.

Además, consideró que debe haber un momento de "reflexión". "Quizá ni unos ni otros hemos sabido llevar el camino adecuado y es el momento de aunar esfuerzos por los profesionales", concluyó.