Instalados los primeros 16 'sin techo' en el albergue de Solórzono durante la crisis del coronavirus

Albergue de Solórzano
Albergue de Solórzano - JOVENMANÍA-GOBIERNO DE CANTABRIA
Publicado: martes, 31 marzo 2020 16:29

Se prevé que para finales de semana lleguen a estar ocupadas entre 25 y 30 de las 36 plazas disponibles

SANTANDER, 31 Mar. (EUROPA PRESS) -

El albergue juvenil 'Gerardo Diego' de Solórzano, puesto a disposición por el Gobierno de Cantabria durante la crisis por el coronavirus para acoger en él a personas sin hogar, ya tiene ocupadas 16 de las 36 plazas --el 44%-- en cuatro días desde que se habilitó y prevé acabar la semana rozando la treintena.

El viernes empezaron a llegar los primeros ocupantes y el número no ha dejado de crecer con nuevos ingresos --salvo el domingo cuando no se registró ninguno nuevo--. Este mismo martes, está previsto que lleguen siete nuevos usuarios y a final de semana la previsión es contar ya con 25 o 30.

El equipo que atiende a los residentes está formado por 12 personas que trabajan a turnos, trabajadores de la ONG Nueva Vida, especializada en la atención a este tipo de colectivos. Se prevé ir incrementando el personal hasta llegar a los 18.

EL PERFIL DE LOS USUARIOS

Su coordinador, Julio David García, ha explicado a Europa Press que en estos momentos todos los usuarios son hombres, aunque se espera que en las próximas horas llegue la primera mujer.

Entre los usuarios predominan los nacionales, aunque también hay un "alto porcentaje" de personas procedentes del extranjero.

En su mayoría, se trata de personas sin hogar, que normalmente duermen en la calle o en centros de acogida.

En declaraciones realizadas a esta agencia, García ha explicado que la mayoría de las personas que están llegando al albergue son derivadas de los Servicios Sociales de ayuntamientos, como Santander, Torrelavega, Astillero, Colindres o Rionansa.

También llegan procedentes de otras instituciones, como por ejemplo, el Hospital Santa Clotilde, que ya tiene previsto enviar a dos personas a este albergue.

Además, hay alguas personas con recursos económicos limitados que se alojan normalmente en pensiones, que han cerrado por el estado de alarma.

El coordinador de la ONG ha explicado que, aunque prácticamente todos los casos son derivaciones, estas personas sin hogar cuando llegan al albergue sienten una "alegría tremenda" de tener un lugar donde alojase durante esta crisis.

García ha explicado que allí se intenta acomodar a estas personas para que se sientan en "su hogar" y que esta sensación les permita "seguir evolucionando" en su vida cuando pase el confinamiento.

Ha asegurado que las instalaciones del albergue son "súper dignas" y el Gobierno de Cantabria ha aportado "todo lo necesario", aunque también desde otros lugares se les están haciendo llegar material, como mantas.

Las personas alojadas en el albergue permanecen en régimen de aislamiento como el resto de la población de Cantabria.

Hay personal de seguridad que se encargan de vigilar el recinto, trabajadores de limpieza de Clynsa, los servicios externos de cocina, que están a cargo de Ampros, y la lavandería Chesan, ha explicado el Gobierno.

Además de proporcionar alimentación a los usuarios alojados, se les ofrecen y proponen actividades, como juegos de mesa, proyección de películas o corrillos de conversación.

Las instalaciones que abrieron a principios de la década de los 90, incluyen un amplio jardín donde el Gobierno de Cantabria ha instalado una carpa para poder hacer actividades al aire libre.

Aunque las instalaciones del albergue están preparadas para alojar hasta 56 personas, la Consejería de Empleo y Políticas Sociales ha primado la seguridad del personal y de los residentes, y ha limitado su ocupación a 36, no obstante, si fuera necesario, se estudiaría la ampliación de las plazas.