IU, CC.OO y UGT critican que se "compita" por bajar los impuestos, porque mermará ingresos necesarios para gasto social

Actualizado: miércoles, 22 marzo 2006 21:02

Muestran sus dudas sobre la reforma fiscal planteada por el Gobierno que, "no es necesaria" y beneficiará a las rentas más altas

SANTANDER, 22 Mar. (EUROPA PRESS) -

El coordinador ejecutivo de Economía y Empleo de Izquierda Unida Federal, Javier Alcázar, consideró hoy que la reforma fiscal iniciada por el Gobierno "no es necesaria ni razonable" y supondrá una "merma" de recursos necesarios para I+D+i, inversión tecnológica o gasto social. Se trata de una idea compartida también desde UGT y CC.OO. de Cantabria, quienes rechazan que se "compita" por bajar los impuestos, dada la pérdida de recursos que supondrá para el Estado en un momento que no es propicio.

En declaraciones a Europa Press, previas a su participación en un acto público organizado bajo el título 'Que no te confundan, bajar los impuestos a las rentas más altas no es de izquierdas', Alcázar auguró que la nueva reforma fiscal supondrá "escasez de recursos" en un momento en el que se van a percibir menos fondos de la Unión Europa y se está en un proceso de revisión de los estatutos autonómicos que también supondrá un "coste importante" para las arcas del Estado.

Frente a ello, la alternativa que propone su partido pretende hacer "un poco más progresivo y equitativo" el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas, garantizando además que haya "recursos suficientes" para hacer frente a los gastos sociales.

En su opinión, "no hay razón objetiva para que en una década" se hayan afrontado en España tres reformas fiscales que, en su conjunto, han supuesto una "pérdida" de 12.000 millones de euros para las arcas del Estado, cuando ese dinero "sería muy necesario" para hacer frente al déficit sanitario, la inversión tecnológica o la puesta en marcha de la Ley de Dependencia.

Además, lamentó que la reforma del IRPF "no beneficia a los trabajadores", sino a la "élite económica" porque "una tercera parte" de los alrededor de 4.000 millones de euros que dejará de percibir el Estado con la nueva reforma benefician "a un 1,5% de los contribuyentes", un "escándalo", en opinión del dirigente de IU.

En cuanto a las modificaciones en el impuesto de sociedades, no lo creyó oportuno en un momento en el que las grandes empresas están logrando "los beneficios más importantes" de la historia, aunque matizó que IU estaría de acuerdo si esa reducción se acompañara de un "compromiso" de destinar esa diferencia a I+D+i, prevención de riesgos laborales, mejora de la calidad productiva y del empleo o medidas en favor de la igualdad.

Tras abogar también por "reflotar la economía sumergida y el fraude" dotando de más medios y personal a la Inspección, Alcázar consideró que la reforma fiscal tal como se ha presentado debería retirarse y vio "difícil" llegar a algún acuerdo con el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Aún así subrayó que la "obligación" de Izquierda Unida es favorecer al menos la "negociación" para intentar mejorar la reforma.

"HECHA POR EL ENEMIGO"

Por su parte, el secretario general de Comisiones Obreras de Cantabria, Javier Puente, consideró que esta nueva reforma fiscal que se plantea, aunque es "más equilibrada" que las abordadas en su día por el Gobierno del Partido Popular, sigue siendo "innecesaria" y, además, parece que "está hecha por el enemigo".

En su opinión, resulta "bastante imprudente esa carrera por ver quién baja más" los impuestos, máxime teniendo en cuenta que beneficia a las rentas más altas y las empresas. De hecho, en declaraciones a esta agencia, calificó de un "escarnio" y una "mofa" el actual sistema de tributación en el que los empresarios y profesionales liberales declaran muchas veces menos que los asalariados y pidió que se actúe desde el Gobierno, aunque lamentó que la inspección muchas veces "no tiene medios".

En cualquier caso, para Puente, lo que debería plantearse es si realmente España se "puede permitir" acometer nuevas bajadas de impuestos, tratándose de un país con una de las fiscalidades más bajas y que tiene que afrontar retos como el del I+D+i, la educación o la futura Ley de Dependencia.

Además, subrayó que esta nueva bajada de impuestos se produce en un contexto de debate de la financiación autonómica entre las comunidades, que se están "pegando por la miseria" de unos fondos escasos y no se habla en cambio de las "necesidades financieras de los ayuntamientos".

UNIFICACIÓN EN LA UE

Finalmente, la secretaria general de UGT Cantabria, María Jesús Cedrún, fue la que ofreció una visión menos negativa de la reforma, porque si bien coincidió en general con las críticas de los otros dos ponentes, también resaltó algunos aspectos positivos.

Cedrún lamentó también que se "compita" por bajar los impuestos, aunque no se refería a la competencia planteada por Javier Puente entre los gobiernos españoles, sino a una a mayor escala entre países europeos. Así, la secretaria general de UGT en la región aseguró que la Unión Europea debe "ponerse a la tarea" de unificar la fiscalidad para poner freno a esta situación.

Respecto al fondo de la nueva reforma fiscal, cifró en unos 3.700 millones de euros la "merma" de recursos que va a suponer para el Estado, algo que, a su juicio, "no es bueno" en un momento en el que se tienen que afrontar compromisos sociales como la Ley de Dependencia y se necesita mantener e impulsar el gasto en educación, sanidad o I+D+i.

También lamentó, en declaraciones a Europa Press, que se trata de una reforma "temporal", puesto que de la financiación europea sólo se conoce lo que sucederá hasta 2013 y eso obligará a replantearla; cuestionó las diferencias de gravamen más estrictas para las rentas del trabajo que para las del capital y consideró que el tratamiento de estas últimas "supone favorecer la especulación en bolsa" y una "importantísima pérdida de ingresos" para el Estado.