Juan Bautista Llinares se muestra "optimista" sobre el fin de ETA y dice que la Guardia Civil "nunca baja la guardia"

Actualizado: domingo, 14 octubre 2007 16:05

Destaca los cambios en el cuerpo, aunque sigue siendo "susceptible de mejoras", por ejemplo, en salarios y en algunos cuarteles

SANTANDER, 14 Oct. (EUROPA PRESS) -

El coronel jefe de la 13ª Zona de la Guardia Civil de Cantabria, Juan Bautista Llinares, se muestra "optimista" sobre el fin de ETA y da por seguro que "en algún momento esa lacra terminará". Pero de momento, recalcó que "la Guardia Civil nunca baja la guardia frente al terrorismo", de un modo especial en Cantabria, dada su proximidad al País Vasco.

En una entrevista en RNE, recogida por Europa Press, Llinares, que está a punto de cumplir 40 años dentro del cuerpo, explicó que desde la ruptura del alto el fuego de ETA están "siempre pendientes de lo que pueda ocurrir". "Estamos más alerta si es posible", aunque la guardia "nunca la hemos bajado", insistió.

Por otro lado, preguntado por los recientes ataques a la Monarquía y la quema de fotos del Rey, el coronel jefe apeló a la importancia de la Constitución que, según dijo, se basa en una serie de pilares, como la libertad de expresión y el respeto y, en este caso, consideró que "se está haciendo uso de la libertad de expresión, pero no hay respeto".

"Eso es lo que tenemos que ver y eso es lo que nos debe de preocupar: libertad de expresión, sí, pero respeto, también", sentenció Llinares, quien agregó que ante hechos como estos él, como miembro de las Fuerzas de Seguridad, lo tiene claro: "Eso está recogido en el Código Penal, el ataque a una institución, y como tal, yo sé lo que hay que hacer".

En su entrevista, el coronel jefe explicó que la Guardia Civil, que celebró el pasado viernes la festividad de su patrona, la virgen del Pilar, tiene como principal cometido "conseguir paz y sosiego" para todos los ciudadanos. El resultado de esa labor es que Cantabria es en la actualidad "una de las autonomías más seguras de España", con una tasa de entre 28 y 29 infracciones penales por cada mil habitantes, frente a una media nacional de 50 por mil y una tasa europea de más de 70 infracciones penales por cada mil ciudadanos.

Uno de los factores que, a su juicio, contribuyen a la "óptima" evolución de la delincuencia es la "coordinación perfecta" alcanzada en los últimos años con el Cuerpo Nacional de Policía en la región, una coordinación que ha ido todavía "más allá" gracias a la creación del mando único para la Policía y la Guardia Civil.

De entre las tareas desempeñadas por la Guardia Civil para velar por la seguridad de los cántabros, Llinares destacó de forma especial el trabajo del subsector de Tráfico que, en su opinión, es "uno de los trabajos más duros" dentro del cuerpo.

En los nueve primeros meses de 2007 los agentes de tráfico recorrieron en Cantabria 1,6 millones de kilómetros y prestaron más de 100.000 servicios. Se ha conseguido reducir el número de accidentes, "otra cosa es la gravedad", según reconoció el coronel jefe, pero en general cree que las nuevas medidas de circulación "han calado en el ciudadano" y que se conseguirán más mejoras.

ADAPTACIÓN A LOS TIEMPOS.

En los casi 40 años de servicio de Llinares en la Guardia Civil el cuerpo ha cambiado mucho, "se ha ido adaptando a los tiempos, a la evolución de la sociedad" y se ha mejorado "ostensiblemente". Los agentes hoy tienen "muchos más derechos y, sin perder la disciplina, los mandos somos un poco más humanos", agregó el coronel jefe.

Aun con todo, y pese a reconocer que la Guardia Civil está actualmente "bastante bien", cree que el cuerpo sigue siendo "susceptible de mejoras", por ejemplo, en los salarios.

"Todo trabajador siempre piensa que tendría que ganar más. La Guardia Civil tampoco somos ajenos a eso. El problema de la Guardia Civil es que para el trabajo que hacemos, para la disponibilidad a todas las horas y para el servicio, el sueldo es un poco bajo. Dado el trabajo que hacen nuestros guardias, podrían cobrar algo más", indicó el coronel, quien opina no obstante que el problema está "en vías de solución".

Asimismo, en Cantabria les vendrían bien mejoras en algunos cuarteles, pero también se está en ello. De este modo, el próximo año comenzará la construcción de un nuevo cuartel en Potes, porque el actual está "en malas condiciones". También se prepara un proyecto para ampliar las instalaciones de Laredo y se está realizando una inversión para mejorar las de Molledo, que son propiedad municipal y que en el futuro podrían sustituirse por un cuartel propio.

LAS MUJERES, BIENVENIDAS.

Uno de los cambios de los que Llinares ha sido testigo en su carrera en la Guardia Civil ha sido la incorporación de las mujeres al cuerpo. En Cantabria representan al menos el cinco por ciento en una plantilla de 1.285 agentes (entre personal en servicio activo y en la reserva). En su opinión, esa presencia femenina ha sido muy importante, porque las mujeres "siempre dan un toque distinto al trabajo" y son "más constantes que los hombres".

"Yo estoy muy contento con las mujeres que tengo ahora en el cuerpo y todas las que vengan serán bienvenidas", agregó el coronel, que subrayó además el logro que supone alcanzar así la "igualdad".

Respecto a la percepción ciudadana del cuerpo, Llinares, quien consideró que los mejores agentes que ha tenido a su mando fueron los que dirigió como capitán en Guernica entre 1978 y 1980, a los que se refirió como "verdaderos héroes", aseguró que la Guardia Civil "siempre ha sido muy querida" y así lo ha sentido en sus diferentes destinos, incluidos los de País Vasco, donde, a su juicio, "mucho más del 90 por ciento de la sociedad está a favor de acabar con ETA y a favor de las Fuerzas de Seguridad".