El obispo de Santander ordenará mañana a un nuevo diácono permanente

Actualizado: domingo, 11 octubre 2009 18:54

Se trata del tercer diácono permanente de la Diócesis y atenderá a los pueblos del pantano del Ebro

SANTANDER, 11 Oct. (EUROPA PRESS) -

El obispo de Santander, Vicente Jiménez Zamora, ordenará mañana lunes como diácono permanente a Luis Ángel Murga Gutiérrez, de 49 años de edad y natural de Reinosa. Se trata del tercer diácono permanente de la Diócesis y atenderá a los pueblos del pantano del Ebro.

La ordenación comenzará a las seis y media de la tarde en la Catedral de Santander y asistirán los dos actuales diáconos permanentes de la Diócesis, Gervasio Portilla e Hilario Obregón, que fueron ordenados en abril de 2008. También se espera la asistencia de diáconos de otras diócesis españolas.

Según explicó el Obispado en nota de prensa, el futuro diácono, Luis Ángel Murga, está casado y tiene tres hijos. Uno de ellos estudia quinto curso en el Seminario Mayor de Monte Corbán.

Su vocación se despertó "cuando era un niño" y "acompañaba" a su tío, Pedro Murga, un sacerdote que estaba de párroco en la comarca de Ribamontán al Monte, en los años sesenta. Pero la decisión definitiva de ser diácono permanente la tomó cuando su hijo fue a la catequesis. Entonces Murga se reencontró "con el ambiente de la fe" y sintió "el deseo de servir al Señor mediante este ministerio", según comentó.

En estos últimos años Luis Ángel Murga ha estado ayudando al sacerdote que tiene encomendados los pueblos que circundan el pantano de El Ebro. También es responsable de dos grupos de Lectura Creyente formados por laicos que a través de reuniones periódicas profundizan en los textos bíblicos y evangélicos para mejorar su formación.

A la celebración de este lunes día 12, acudirán en autobús muchos vecinos de la comarca de Reinosa y de la parroquia de San Miguel de Matamorosa.

FUNCIONES DE UN DIÁCONO

En la ordenación, los diáconos "reciben una gracia sacramental propia y, en comunión con el Obispo y su presbiterio, sirven al Pueblo de Dios en el ministerio de la liturgia, de la palabra y de la caridad". Es oficio propio del diácono administrar el bautismo, reservar y distribuir la Eucaristía, asistir al matrimonio y bendecirlo en nombre de la Iglesia.

Asimismo están conferidos para llevar el viático a los moribundos, leer la sagrada escritura a los fieles, instruir y exhortar al pueblo, presidir el culto y la oración de los fieles, administrar los sacramentos y presidir el rito de los funerales y sepultura.

El diácono queda constituido "como un mensajero de la palabra de Cristo" y aunque no puede consagrar, sí son colaboradores del obispo y de los sacerdotes en la celebración de la Eucaristía y pueden dar de comulgar a los fieles.