Los observatorios apelan al papel de los ciudadanos para trabajar contra las desigualdades en el acceso a la salud

Actualizado: lunes, 24 noviembre 2008 13:19

Dieciocho observatorios de salud de España, Latinoamérica y Portugal intercambian experiencias y buenas prácticas en Santander

SANTANDER, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

Representantes de varios observatorios de salud subrayaron hoy la importancia de la implicación ciudadana para luchar contra las desigualdades en el acceso a la salud e incidir en las políticas públicas en esta materia. A su juicio, los observatorios necesitan el "desafío" y las preguntas de los ciudadanos para profundizar en su trabajo y, a la vez, la información y formación de esos ciudadanos contribuirá a que demanden más y mejores servicios de salud.

Dieciocho observatorios de salud de España (8), Latinoamérica (9) y Portugal (1) se reúnen desde hoy en Santander en el Foro Iberoamericano de Observatorios de Salud para intercambiar experiencias y buenas prácticas, pero al mismo tiempo, con la idea de promover un debate social sobre las desigualdades en el acceso a la salud. Para ello, el foro incluye también sesiones abiertas al público general.

El encuentro, organizado por la Consejería de Sanidad cántabra y el Ministerio de Sanidad, fue presentado hoy en rueda de prensa por el consejero, Luis María Truan; la coordinadora de programas del Observatorio de Salud y Mujer del Ministerio Rosa López; el director general de Salud Pública de Cantabria, Santiago Rodríguez; la directora del Observatorio de Salud Pública cántabro, Ángeles Cabria, y la co directora del Observatorio Nacional en Género y Salud Sexual y Reproductiva de Uruguay, Alejandra López.

El papel de estos observatorios se centra en el estudio y análisis de las desigualdades que se constatan en el acceso a la salud, una de las principales la marcada por el género. Pero también cuestiones económicas, sociales, de etnia, religión o cultura, entre otras, pueden determinar para algunas personas mayores dificultades de acceso a la salud y a la calidad de vida.

Por ejemplo, tal como explicó Santiago Rodríguez, en Cantabria, los diez trastornos crónicos más frecuentes, como la artrosis, la hipertensión, el dolor de espalda, depresión y ansiedad o migraña y dolor de cabeza, son mucho más frecuentes entre las mujeres que entre los varones y no hay factores hormonales o genéticos que lo expliquen, lo que conduce por tanto a factores externos, sociales, económicos y culturales.

Pero el papel de los observatorios no se queda en este análisis, del que después se pueden derivar pautas para las políticas de salud, sino que también desempeñan una tarea de formación dirigida a los profesionales y de información a los ciudadanos.

CIUDADANOS INFORMADOS

Y es que, según comentó Alejandra López, "una ciudadanía informada es capaz de demandar mejores estándares de salud, es capaz de exigir una humanización en el trato y de exigir más y mejores servicios de salud". Por el contrario, una ciudadanía "pasiva es incapaz de exigir mejores condiciones", por eso, subrayó la importancia de generar desde los observatorios información "rigurosa" al servicio de las administraciones y de los profesionales, pero también al servicio de los ciudadanos.

Puso el ejemplo de Latinoamérica, donde la sociedad civil organizada, a pesar de las crisis políticas, sociales y económicas, tanto globales como regionales, participa activamente y siempre ha intentado aumentar "su capacidad de incidencia en los procesos de definición de las políticas públicas de salud".

Según dijo, Latinoamérica es "un continente con importantes brechas de desigualdad, de inequidades; con una exclusión social creciente", donde mujeres, niños y grupos indígenas, entre otros, "pagan" las mayores consecuencias de esa desigualdad. Allí, los observatorios de salud son una experiencia "relativamente nueva, pero creciente", indicó.

En Cantabria, por su parte, el Observatorio de Salud Pública tiene ya dos años de vida, tal como recordó el consejero, y ahora organiza este foro para intercambiar experiencias. La responsable del Observatorio cántabro, Ángeles Cabria, destacó la importancia de ese intercambio de conocimientos, pero también de la participación ciudadana.

"Necesitamos que la propia población nos desafíe", señaló Cabria. Y en esa implicación no deben faltar los hombres aunque, según comentó, "queda todavía mucha población masculina por sensibilizar" y en los estudios de género trabajan pocos hombres. En su opinión, "es necesario seguir ganando aliados" y que muchos más hombres se sumen a estudiar las desigualdades.