Lamenta que le hayan "chafado" la noticia de la reactivación del tren de alta velocidad
SANTANDER, 22 Jul. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, trasladará personalmente al ministro de Fomento, José Blanco, su "malestar" por los recortes de obra pública anunciados por este departamento.
Para ello, Revilla aprovechará la reunión que mantendrá con Blanco el lunes o el miércoles de la semana que viene para concretar la fecha exacta en que se reanudarán las obras de la alta velocidad a Cantabria que fueron suspendidas el pasado mes de mayo.
Tras conocerse que el proyecto del AVE queda desbloqueado, Revilla ha mostrado su "sorpresa" porque le hayan "chafado la noticia" con los nuevos anuncios de recortes en infraestructuras. "No me ha gustado nada", ha expresado.
En concreto, Fomento ha anunciado en el Congreso de los Diputados que, dentro de los recortes en todo el país, rescindirá 4 de los 18 contratos de obra nuevo proyectados en la región.
Se trata de los tramos Torrelavega-La Encina y La Encina-Solares de la Autovía del Cantábrico (A-8), que volverán a licitarse con financiación público-privada; así como las obras de San Glorio, en la N-621 de Potes al límite con la provincia de León; y de la Variante de Lanestosa, en la N-629 de Lanestosa al límite con Burgos.
Es algo que Revilla considera un "error" que le ha dejado "helado", según ha declarado a los medios el presidente antes de asistir a la entrega del XXIV Premio Internacional Menéndez Pelayo al escritor José Luis Sampedro.
"Como voy a estar con el ministro muy pronto, muy pronto, no sólo vamos a hablar de fechas del AVE, sino que le pediremos explicaciones de qué previsión tiene para reanudar las obras", ha adelantado.
RECORTES
El presidente cántabro ha hecho hincapié en la situación de la autovía Solares-Torrelavega, que considera "fundamental" porque el tráfico entre Santander y Torrelavega está "congestionado" por los desplazamientos de los camiones del noroeste español a Francia, el Valle del Ebro y el País Vasco a través de la capital cántabra.
Con este tramo, incluido dentro de la Autovía del Cantábrico --el único que queda por finalizar en la comunidad de esta infraestructura-- podría llegar a "aliviarse" el tráfico en un 40%, cifra que en el caso de los camiones ascendería hasta el 80%, que ya no tendrían que entrar en Santander.
Revilla también ha calificado de "barbaridad" la paralización de la carretera de San Glorio, "porque la carretera está fatal y es una comunicación entre dos provincias, León y Cantabria".
El jefe del Ejecutivo regional apuesta por el modelo de financiación público-privada que se aplicará probablemente en el AVE, con aportaciones extrapresupuestarias que permiten evitar los recortes que sufrirán las cuentas públicas. También plantea establecer negociaciones con las empresas para conseguir aplazar los pagos.
En general, Revilla considera un "error" parar las obras empezadas, entre otros motivos porque, con la climatología y los inviernos de Cantabria, su "experiencia" en obra pública --fue consejero del ramo durante dos legislaturas-- le ha hecho ver que después hay que "empezarla de nuevo" y eso supone "doble tajo".
Finalmente, el presidente de Cantabria ha reiterado que las infraestructuras son importantes por sus aportaciones al empleo y a la modernización del país, y ha reivindicado que en la región se está incrementando esta inversión, pero al margen del presupuesto de la comunidad autónoma.
