(Amp)Fallece ahogado un niño de ocho años en Alcázar del Rey (Cuenca) y su padre pierde la vida al intentar salvarle

Actualizado: viernes, 30 marzo 2007 1:55

El niño, que tiene una hermana de 10 años, iba a celebrar la primera comunión el próximo mes de mayo

CUENCA, 29 Mar. (EUROPA PRESS) -

Un niño de ocho años falleció ahogado esta tarde al precipitarse al acueducto Tajo-Segura, en el término municipal de Alcázar del Rey (Cuenca), cuando perseguía a su perro en compañía de otros dos amigos. El padre del menor murió instantes después cuando se lanzó al río en un intento desesperado de rescatar a su hijo, según informaron a Europa Press fuentes del 112 y de la Subdelegación del Gobierno.

Los hechos ocurrieron sobre las 18.45 horas en el acueducto Tajo-Segura, a dos kilómetros del núcleo urbano de Alcázar del Rey (Cuenca). El menor, identificado como Alfonso Y.L, jugaba con dos amigos y un perro en las inmediaciones del acueducto.

En un momento dado, Alfonso, que perseguía el perro, se precipitó al río y quedó enganchado en una cadena, razón por la que no le arrastró la corriente. Al percatarse de lo sucedido, uno de sus amigos corrió hasta el citado pueblo para alertar de lo sucedido, mientras el otro permanecía en el lugar.

Entre los primeros en llegar al lugar se encontraba el padre del menor, Abel Y.R, de 44 años, que al ver a su hijo en el agua se arrojó al río en un intento desesperado por rescatarle. No obstante, en ese momento, el niño se desenganchó de la cadena y fue arrastrado por la corriente junto a su padre.

Según explicó a Europa Press el subdelegado de Gobierno en Cuenca, Julián Grimaldos, testigos presenciales aseguraron que el menor pudo haber recorrido unos cinco kilómetros del río antes de fallecer. Finalmente, el padre y su hijo fueron rescatados por efectivos de los Bomberos, ayudados por dos trabajadores de uno de los tramos del AVE que se encuentra en construcción en esa zona.

Los facultativos sanitarios que se personaron en el lugar intentaron reanimar sin éxito al menor durante casi una hora, aunque finalmente sólo pudieron certificar el fallecimiento de ambos.

Al lugar de los hechos se desplazaron una UVI móvil y los bomberos de Tarancón, así como agentes de la Guardia Civil y un helicóptero del Servicio de Salud de Castilla-La Mancha.

Pasadas la 23.00 horas, la forense reconoció los cuerpos sin vida de Abel y su hijo y ordenó el levantamiento de los cadáveres. Ambos fueron trasladados al depósito de cadáveres de Cuenca.

Abel estaba casado y tenía otra hija de diez años. La semana que viene iba a comprar a Alfonso el traje de la primera comunión que celebraría en el mes de mayo, según explicó a Europa Press un vecino de la localidad.