TOLEDO, 15 Ago. (EUROPA PRESS) -
El arzobispo de Toledo y Primado de España, Braulio Rodríguez, aseguró hoy que "la Iglesia respeta el Estado terrenal como un orden propio del tiempo histórico, con sus derechos y sus leyes, que ella acepta (...). También cuando no es un Estado cristiano (...). Pero también pone una barrera a su omnipotencia. Dado que es preciso obedecer a Dios antes que a los hombres".
Rodríguez, que por primera vez presidió la solemne misa pontifical, en honor a la Virgen del Sagrario, Patrona de Toledo, aseveró que "como quiera que sabe por la palabra de Dios qué es el bien y el mal, la Iglesia llama a la resistencia dondequiera que se mande hacer el mal auténtico y la adverso a Dios". Palabras éstas, pronunciadas hace poco más que una década por el cardenal J. Ratzinger, hoy en día Papa Benedicto XVI.
Durante su homilía, el arzobispo de Toledo vio pertinente que en un día como éste, "en que celebramos el triunfo de María que sube a los cielos", profundizar en la doctrina cristina "que apenas se predica en nuestro siglo". Tras hacer alusión al Nuevo Testamento, el arzobispo lamentó que ya no se citen estos textos, "pues parecen distanciar a hombres y mujeres de la tierra y apartarlos de su cometido en el mundo y sus ocupaciones sociales y políticas".
"'Hermanos, permaneced fieles a la tierra', gritaba F. Nietzsche, y la gran corriente marxista nos ha machacado la cabeza con la idea de que no podemos perder el tiempo por el cielo (...)", señaló Rodríguez, quien afirmó que "la verdad es muy otra: lo escatológico, es decir, las cosas últimas del ser humano, son las que garantizan el derecho del Estado y preserva del absolutismo al poner de manifiesto los límites del propio Estado y los de la Iglesia en el mundo.
Igualmente, indicó que "cuando los hombres y mujeres no tienen otra cosa que esperar que lo que les ofrece este mundo, cuando deben y tienen que exigírselo todo al Estado, se destruyen a sí mismos y destruyen al Estado. La esperanza del cielo no esté en contra de la fidelidad a la tierra. Esperando lo más excelso y definitivo, los cristianos debemos y tenemos que llevar esperanza también a lo provisional y al Estado de este mundo".
A la celebración asistieron, entre otras autoridades, el alcalde de Toledo, Emiliano García-Page, y la Corporación Municipal, así como miles de fieles que han llenado las naves del templo primado y que a lo largo de toda la mañana venerarán a Nuestra Señora del Sagrario. A continuación de la Santa Misa, tuvo lugar la procesión con la imagen de la Virgen, por las naves de la Catedral.
