La cerámica conventual de Cuenca llega al Museo Ruiz de Luna, en Talavera de la Reina (Toledo)

Actualizado: sábado, 5 julio 2008 16:57

CUENCA, 5 Jul. (EUROPA PRESS) -

El Museo Ruiz de Luna, en Talavera de la Reina (Toledo), acoge hasta el próximo 30 de septiembre, la exposición 'Cerámica Conventual de la Ciudad de Cuenca. Siglos XVII - XVIII', que viene avalada por las cerca de seis mil visitas que recibió durante el tiempo que se pudo ver en el Museo de Cuenca, en 2007.

Organizada por la Consejería de Cultura, en la muestra se exhiben piezas procedentes de la rehabilitación que se llevó a cabo en el año 2001 en el antiguo convento de monjas Angélicas, cuyo origen se remonta al año 1561, cuando fue fundado por el Comendador Constantino del Castillo, informó en nota de prensa la Junta.

Comisariada por Adela María Muñoz Marquina y Juan Manuel Millán Martínez, a través de las piezas expuestas el visitante va a poder conocer algunos detalles de la vida monacal y descubrir así la gran tradición alfarera que también existía en esta ciudad desde época medieval. En este sentido, ya en el Fuero de Cuenca, en el siglo XII, se hace referencia en diferentes momentos a la producción cerámica de esta ciudad.

Por otra parte, en la documentación del Archivo Municipal, a partir de los siglos XV y XVI se encuentran diferentes referencias al ámbito cerámico, algo que también aparece recogido en el Catastro del Marqués de la Ensenada (1750), donde se señala que en esta zona perduraron durante los siglos XVII y XVIII, hasta "42 fábricas de vidriado y barro ordinario, y tres de loza mas fina".

Asimismo, el Catastro también refleja que varias de las Comunidades religiosas asentadas en la ciudad, Agustinos, Bernardas y Angélicas, tuvieron sus propios alfares.

INFLUENCIA TALAVERANA.

Objetos destinados al menaje de cocina, como ollas y cazuelas; al almacenamiento y transporte, como tinajas, cantarillas y jarras; la vajilla de mesa y piezas como una hucha, un tintero o un atifle, son testimonio de ese tiempo.

Los visitantes podrán comprobar que parte de las decoraciones de las jarritas están influenciadas por las producciones talaveranas de la época. Son destacables los platos de la serie tricolor con decoraciones de gran belleza, como las piezas con fondos vegetales, flores o aves.

La exposición también refleja lo importantes que debieron ser las relaciones comerciales, puesto que ponen de manifiesto tanto un comercio interior, con ciudades como Talavera o Teruel, como la llegada desde el exterior de un material más exótico y caro, propio de otras élites nobiliarias, artísticas y sociales. Éstas aportan diverso material que llega de la mano de la Compañía holandesa de Indias Occidentales, con materiales de China y de México.