Claver espera que PHN se apruebe esta legislatura porque quizás entonces no se cuente con capacidad política suficiente

TRASVASE TAJO-SEGURA
EUROPA PRESS
Actualizado: sábado, 25 febrero 2012 17:35

El presidente del Scrats cree que la solución del agua pasa por una nueva transferencia y un pacto nacional que atienda necesidades reales

MURCIA/TOLEDO, 25 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura, José Manuel Claver, considera que la solución definitiva del agua pasa por articular una nueva transferencia y un nuevo pacto nacional del agua, "en el que se colmen demandas y las necesidades reales de los regantes".

"Aquí hay que dejarse de milongas y poner encima de la mesa las necesidades reales y demandas verdaderas que existen en las cuencas excedentes", opinó.

Aunque, a su juicio, antes hay que llevar a cabo los planes de cuenca del Júcar, Tajo y Segura, "que no son sencillos y van a llevar un tiempo". Una vez que estén terminados y aprobados por el Gobierno se tendría que empezar a elaborar el PHN, señaló Claver, quien teme que se vuelvan a repetir los mismos errores del pasado.

Y es que, argumentó, "la mayoría absoluta la tiene ahora el Partido Popular, pero no sabemos qué puede pasar en cuatro años", por lo que a su entender, "si no se aprueba el plan hidrológico nacional en esta legislatura nos podemos encontrar con un problema, que no se tenga la capacidad política suficiente como para poder aprobarlo y ejecutarlo".

O al menos, señaló en una entrevista concedida a Europa Press, ejecutarlo hasta un punto que sea irreversible, "no poner solo primeras piedras, como la otra vez". "Hay que darse prisa", aseveró Claver, quien asegura que el sindicato quisiera que el Plan Hidrológico Nacional se hiciera en esta legislatura, y aunque el presidente del Scrats lo ve muy difícil indica que "por nuestra parte no va a faltar apoyo".

Pero de no lograrse, apuntó, "el Gobierno tendrá que resolver en función del interés general, propiciando que el agua, que es un bien nacional sea utilizada donde sea necesaria y se produzca una mayor rentabilidad para el país, todo ello sin perjuicio de garantizar el principio básico de respeto y prioridad a la cuenca excedente".

Aunque cree que hay agua suficiente en España para atender todas las demandas, incluidas las medio-ambientales, y lo que hay que hacer es tener ese consenso y plasmarlo en una norma definitiva. "Llevamos muchos años con el tema del agua, ya estamos cansados en esta tierra de hablar siempre de lo mismo, hay que darle la vuelta al disco y que nos sintamos comprendidos y amparados por nuestros compatriotas", aseveró.

PROBLEMAS TAJO-SEGURA

Según el presidente del Sindicato, el trasvase Tajo-Segura cuenta con tres problemas: el tema del agua, y la necesidad de complementarla con una nueva transferencia; el tema económico (las tarifas); y la tercera, la consolidación política del trasvase.

Tras lo que recordó que es responsabilidad del Gobierno del país decir de dónde tiene que venir el agua, al tiempo que subraya que los dos únicos caminos posibles son la desalación o los trasvases.

Ya hemos gastado mucho dinero en la desalación, que se ha demostrado que sirve para el abastecimiento, "aunque es muy cara", pero es "inviable" para el regadío. La otra opción, añadió, traer agua de una cuenca excedentaria a otra donde falte, "siempre y cuando el coste y la calidad del agua pueda ser asumida para el regadío", recalcó.

Preguntado por aquella cuenca que los regantes consideran más apropiada, Claver ha señalado que el coste del agua traída desde el Ródano sería "aquí" imposible de abonar y que "habría que estudiar muy bien" un trasvase desde el Ebro "o cualquier otra cuenca". Pero, subrayó, "nosotros no queremos entrar porque es una cuestión técnica que deben evaluar los técnicos del Gobierno central".

Por otro lado, aunque ha destacado que las tarifas del trasvase son muy elevadas y más caras que lo que se paga en el resto del país por el agua superficial, ha manifestado su satisfacción por las nuevas tarifas para el aprovechamiento del acueducto Tajo-Segura, aprobadas la pasada semana en Consejo de Ministros. Suponen una disminución "importantísima" de cinco céntimos por metro cúbico, lo que ha tachado de "éxito".

En cuanto a la situación política, Claver critica que después de 33 años de funcionamiento "tengamos que estar hablando todavía de la consolidación del trasvase" Tajo-Segura. "No es admisible que esté todavía sujeto a discusión", apostilló.

Actualmente, añadió, parece que la postura contraria de C-LM al trasvase se ha calmado, por lo que "parece que hay otro talante, otra actuación de cara al Tajo-Segura", pero la prueba del nueve, indicó, "la vamos a tener en el momento que se discuta el Plan Hidrológico del Tajo".

SEQUÍA: DE SEGUIR ASÍ, PRÓXIMO AÑO EMPEZARÁN LOS PROBLEMAS

Preguntado ante la posible nueva etapa de sequía, Claver ha recordado que en los embalses de la cabecera del Tajo, Entrepeñas y Buendía, todavía hay 1.011 hectómetros cúbicos; "estamos en nivel dos, para llegar al tres, que sería una situación grave, y pasaría a que los trasvases se aprobaran por Consejo de Ministros, tendría que bajar aproximadamente unos 500 hm3", explicó.

Por lo que, señaló, "todavía tenemos un margen", también es cierto, añadió, que el año está siendo muy malo y si termina así, y no hay aportaciones, "desde luego el próximo año podríamos empezar a tener problemas". Evidentemente, indicó, "eso repercutiría en todo lo que es la explotación del regadío del trasvase".

Puede que en un determinado momento, si no hay mucha agua, la Comisión Central de Explotación reduzca de seis a tres meses los envíos. "Nuestra idea es que el semestre que viene todavía se apruebe por semestre" porque, explicó Claver, "facilita la planificación de los regantes y es un método de ahorro de agua".

Finalmente, José Manuel Claver ha remarcado que el sindicato, que sopla los 30 años en 2012, siempre se ha destacado por ser una institución que ha tenido muy claro que la defensa del agua y del trasvase eran su objetivo y misión, así como conseguir agua y abaratar la tarifa del trasvase, basándose, para ello, "en la unidad y la independencia política".

"Nosotros no recibimos subvenciones de nadie, el sindicato se mantiene con las cuentas de sus afiliados, y podremos equivocarnos pero siempre desde el convencimiento que en ese momento intentamos hacer lo mejor en favor de la consecución del agua, el regadío y el Sureste español", concluyó.