TOLEDO, 26 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Consejería de Educación y Ciencia ha completado durante este año la evaluación de 99 centros educativos --72 de Primaria y 27 de Secundaria-- lo que supone que, desde que la puesta en marcha del Plan de Evaluación de Centros Públicos en el año 2005, se evaluaron un total de 352 instalaciones. El Plan de Evaluación de Centros supondrá una inversión total de 22 millones de euros
El Plan se puso en marcha en 2005 con objeto detectar las deficiencias de los centros públicos de Castilla-La Mancha y prevenir los diferentes tipos de riegos laborales, informó en nota de prensa la Junta.
La Consejería desarrolló a lo largo de 2008 la tercera fase del Plan, para la que el Consejo de Gobierno de Castilla-La Mancha autorizó un gasto de 3,7 millones de euros en octubre de 2007, e iniciará la cuarta, que se adjudicó en octubre de 2008 por valor de 3,6 millones de euros.
La tercera fase de la evaluación se realizó sobre un total de 169 centros educativos públicos (109 de Primaria y 60 de Secundaria), en los que están escolarizados aproximadamente 70.000 alumnos y prestan servicios 4.800 profesores. La cuarta fase, supondrá la intervención sobre unos 160 centros (137 de Primaria y 23 de Secundaria) de forma que, al acabar el ejercicio de 2009, se habrán evaluado 681 de los 945 públicos.
Los 264 restantes, se evaluarán en los años siguientes teniendo en cuenta que se dio preferencia a los centros que presentaban mayor antigüedad o riesgos específicos como puedan ser los de Formación Profesional o Centros de Educación Especial, de los que se evaluaron el cien por cien y que, prácticamente, ya se evaluaron todos los de Educación Secundaria.
CARACTERÍSTICAS DE LA EVALUACIÓN
La evaluación de los centros, realizada por empresas especializadas, se centra en dos aspectos principales: en la evaluación técnica del edificio, para detectar deficiencias o inadecuaciones que le afecten e incidan en la seguridad o eficacia del uso del mismo, y en la prevención de riesgos laborales de los puestos de trabajo.
Dentro de este último capítulo las empresas realizan un manual de autoprotección y planes de emergencia que incluyen simulacros de evacuación, entregándose tanto la carpeta de Evaluación de Riesgos como el Manual de Autoprotección al Centro. Entre los estudios que realizan cabe destacar el sistema de calefacción por biomasa y el de energía solar fotovoltaica, instalándose en cada centro el más acorde a sus necesidades.
Los resultados de esta evaluación técnica sirven para la planificación de las inversiones en reformas y mejoras de los centros, con el objetivo de paliar las deficiencias detectadas, sin perjuicio de que, en función del estado de éstas, las propias adjudicatarias deben destinar una parte del presupuesto del contrato para la corrección inmediata de aquellas que sean calificadas como de inmediata intervención.
Entre las prestaciones del contrato se incluye la de realizar un informe sobre la viabilidad de uso de energías alternativas en el inmueble, con el fin de realizar un Plan de Renovación de las instalaciones acorde con el objetivo de reducción de la emisión de gases de efecto invernadero.
