Incendio.- El Obispo de Sigüenza expresa el reconocimiento y gratitud "a quienes entregaron su vida en acto de servicio"

Actualizado: lunes, 17 julio 2006 22:59

Reconoce el derecho de los familiares a "exigir la verdad de lo sucedido y las responsabilidades a quienes las tengan"

GUADALAJARA, 17 Jul. (EUROPA PRESS)

El obispo de Sigüenza-Guadalajara, José Sánchez González, expresó hoy, durante la homilía en el funeral-aniversario por los fallecidos hace un año en el incendio en Guadalajara, el reconocimiento y la gratitud a "quienes entregaron su vida en acto de servicio", al tiempo que reconoció el derecho de los familiares a "exigir la plena verdad de lo sucedido y de exigir las responsabilidades a quienes las tengan", confiando en que la justicia "tenga la posibilidad de esclarecer plenamente lo sucedido y de dar a cada uno lo suyo".

Sánchez González, comenzó dando la bienvenida a los familiares, compañeros y amigos de las víctimas del incendio, y nombrando a cada uno de los fallecidos, alegando como primer objetivo de la homilía el reconocimiento y gratitud "a quienes entregaron su vida en acto de servicio, en defensa de nuestro medio ambiente y combatiendo contra el peligro real del fuego".

Seguidamente, resaltó la necesidad de "acompañar" a los familiares, compañeros y amigos de los fallecidos y mostrarles con ello "nuestra cercanía, nuestra solidaridad en su dolor, y nuestro consuelo". Alegó que la celebración de hoy es un "momento privilegiado para la oración por los difuntos y por sus familiares; para la escucha de la palabra de Dios, que nos ofrece luz, fortaleza, consuelo y esperanza".

"Mirando hacia atrás, lo más duro, doloroso y dramático de todo lo sucedido ha sido la pérdida de vidas humanas. Fue lo más grave que sucedió en aquel incendio. Once personas, a las que las llamas que intentaban combatir les arrebataron la vida, que nadie podrá devolverles y dejaron en su familia, en sus compañeros y amigos y en todos nosotros un profundo dolor, el llanto y el luto difícilmente superables", agregó.

El obispo de Sigüenza recomendó hacer memoria y "no escatimar esfuerzos en el pleno esclarecimiento de los hechos y en la exigencia de responsabilidades", y extrajo como primera lección que "todos, los implicados, los afectados y los que pudieran considerarse ajenos a este trágico acontecimiento habremos de hacer todo lo posible y evitar todo lo evitable para que nunca más vuelva a suceder una desgracia semejante".

Según apuntó, esto se conseguirá "si somos cada vez más responsables, más respetuosos con la naturaleza y con el medio ambiente, más solidarios con las personas, con nuestros contemporáneos y con las generaciones venideras". "Si por parte de la Administración pública se toman las medidas adecuadas y si se arbitran los recursos necesarios, como medida de prevención para el caso en que, por malicia o por culpa, por incuria, descuido o accidente, o por catástrofe natural, pudiera suceder algo similar", resaltó.

Animó así al fomento de sentimientos, actitudes y comportamientos "solidarios con las personas y respetuosos con la naturaleza", e invitó a las autoridades a que, "por encima de intereses personales, partidistas o de grupo", trabajen "por el bienestar de todos".

"NO TENER MIEDO A LA RESPUESTA"

Otra conclusión que, a juicio del obispo, es necesario sacar es "hacernos sinceramente la pregunta de si no hubiéramos podido hacer las cosas mejor y no tener miedo a la respuesta". Indicó que el "reconocimiento de nuestras limitaciones, de nuestras debilidades e incluso de nuestros fallos es el juicio acertado sobre la realidad de este mundo, (...) constituye un factor muy positivo para una cura de humildad, y es el mejor punto de partida para emprender una mejora de nuestras propias personas y del campo de nuestras responsabilidades".

Dicho esto, reconoció el derecho de los familiares de los fallecidos de "desear y de exigir conocer la plena verdad de lo sucedido y de exigir las responsabilidades a quienes las tengan", confiando en que la justicia "tenga la posibilidad de esclarecer plenamente lo sucedido y de dar a cada uno lo suyo".

Pese a todo, animó a los familiares a "no perder la esperanza y las ganas de seguir luchando por los supervivientes y por los hijos y familiares que dejaron los que murieron, para los que ellos trabajaron por los que ellos vivieron y murieron".

"Vosotros, mejor que nadie, sois testigos de la relación de amor que os ligaba mutuamente. Vosotros recordáis agradecidos su cariño y sus innumerables muestras de amor. Vosotros erais conscientes, como ellos, que quien asume una profesión o un trabajo de alto riesgo en el servicio público, asume la posibilidad de dejar la vida en el empeño. Por eso, más allá de todos los condicionantes que fueron causa de su muerte, dejad anidar en vuestra mente el convencimiento y en vuestro corazón el sentimiento de que vuestros familiares dieron la vida por amor", concluyó.

Antes del inicio de la homilía, y después de que entrara en la iglesia alcarreña la representación política de la Junta y del PP, familiares de las víctimas abandonaron el templo en protesta por la asistencia de políticos a un acto que se convocó "sin protocolos".

Casi seis filas de bancos quedaron vacías cuando los familiares adoptaron esta decisión, que pocos minutos después fueron ocupados por otros asistentes al funeral.