Jefe del Servicio de Ginecología del Hospital de Ciudad Real recoge en un libro los beneficios de la isoflavona de soja

Actualizado: sábado, 14 marzo 2009 20:27

CIUDAD REAL, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

El jefe del Servicio de Ginecología del Hospital General de Ciudad Real, Javier Haya, ha recogido en un libro los beneficios de las isoflavonas de soja, con el objetivo de transmitir información concreta, directa para que los profesionales sanitarios dispongan de información contrastada en cuanto a propiedades, prescripción o administración de estos estrógenos naturales.

"Isoflavonas de Soja. Nutrición y Seguridad Terapéutica", es el título del libro realizado por el doctor Javier Haya, jefe del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital General de Ciudad Real, dependiente del Gobierno de Castilla-La Mancha y que está dirigido a profesionales sanitarios para proporcionarles una información contrastada sobre las propiedades de estos estrógenos naturales.

El objetivo del libro es transmitir información concreta, directa y actual, fundamentada en la medicina basada en la evidencia, sobre un recurso terapéutico como son las isoflavonas de soja, informó la Junta en un comunicado.

Las isoflavonas son fitoestrógenos, moléculas de origen vegetal con propiedades biológicas, que se utilizan para el tratamiento de los síntomas de la mujer climatérica, aquellas que se encuentran en el periodo de vida de los 45 a los 65 años, es decir, desde la etapa premenopáusica hasta el periodo postmenopáusico.

Las isoflavonas sirven para corregir los síntomas de la menopausia y ayudan a la prevención de la osteoporosis postmenopáusica, además de contribuir a reducir el colesterol denominado comúnmente como "malo".

Las isoflavonas se encuentran en la semilla de soja y básicamente son dos: la genisteína y la daidzeína. Estas se pueden obtener a raíz de una dieta rica en soja, ya sea a través de leche de soja y yogures de soja, o bien a través de extractos que se comercializan en cápsulas.

La evidencia científica de los beneficios de las isoflavonas proviene del estudio de las sociedades orientales, concretamente de la población japonesa, que tiene una alimentación rica en isoflavonas como alimento cotidiano en forma de tofu.

Así, se ha demostrado científicamente que las mujeres orientales no tienen sofocos al llegar a la menopausia, al contrario que las mujeres occidentales, que en un alto porcentaje sí los sufren, además de comprobar que a la ingestión de isoflavonas no se las conoce efectos secundarios ni contraindicaciones conocidas.