GUADALAJARA, 19 Ago. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno regional trabaja en las obras que pondrán en pie los cinco centros de interpretación del Parque Natural del Alto Tajo, cada uno de ellos en municipios diferentes y con temáticas diversas. El Centro de Interpretación de Zaorejas (Guadalajara), con un presupuesto cercano a un millón de euros, estará situado en un lugar privilegiado a la entrada del municipio.
Este proyecto de la Consejería de Medio Ambiente y Desarrollo Rural, que está siendo gestionado por la Empresa Pública de Gestión Ambiental (GEACAM), supondrá la puesta en marcha de un centro de interpretación en el municipio de Zaorejas formando parte de un conjunto de cinco centros de interpretación que están siendo construidos en diferentes puntos del Parque Natural del Alto Tajo.
Un objetivo que para el Gobierno regional es fundamental a la hora de dar a conocer la riqueza natural de Castilla-La Mancha y contribuir a sensibilizar y fomentar el interés por el cuidado del medio ambiente tanto de los visitantes que lleguen hasta los centros de interpretación, como de las personas que habitan las zonas donde se encuentran los espacios protegidos y, a su vez contribuir, al desarrollo socioeconómico de los municipios donde son ubicados.
Los centros de interpretación del Alto Tajo muestran los contenidos más interesantes del Parque Natural y a la vez se ocupan de mantener viva la imagen de aquellos hombres y mujeres que vivieron y trabajaron en estos municipios dedicándose a labores diversas todas ellas vinculadas a la agricultura y la ganadería.
En el caso de Zaorejas, el centro de interpretación está siendo levantado en una antigua era de trillar. Su situación es privilegiada --se encuentra a la entrada de la localidad--, en su parte más alta y conformando fachada de una plaza arbolada que hace las veces de recibidor del viajero, que accede al pueblo por esta única carretera.
CARACTERÍSTICAS DEL EDIFICIO.
El edificio que albergará el Centro de Interpretación ha sido planteado en el proyecto más como un elemento urbano que como edificio en sí. De hecho, el visitante ya antes de entrar en el edificio, habrá tenido la oportunidad de verlo en su totalidad puesto que el acceso a la localidad se realiza por el lado oriental.
La entrada se realizará por una pequeña esclusa de menos altura que el resto de la sala a la que se accede. A la derecha del acceso queda la zona de aseos, instalaciones y ascensor. El resto del espacio continuo, sólo queda interrumpido por un gran muro de hormigón sobre el que se recorta la escalera de subida a la terraza ecológica, un patio acristalado y un salón de actos, que irrumpe desde el lado más oriental.
El acceso a la planta lleva a una urna de cristal, totalmente transparente, sin carpinterías desde donde se inicia el recorrido, otra vez circular, de la terraza gracias a unas pasarelas de madera. En ambas plantas ha predominado la idea de crear unos espacios diáfanos y versátiles que permitan la inclusión actual del proyecto museístico.
