ALBACETE, 25 Jul. (EUROPA PRESS) -
La vicesecretaria de Organización del PP nacional, Ana Mato, calificó hoy como "broma pesada" la celebración de los 100 días de Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero frente al "drama del paro", al tiempo que señaló que el jefe del Ejecutivo "ni siquiera quiso escuchar" las propuestas para solventar la crisis que el líder 'popular', Mariano Rajoy, le planteó en la reunión que ambos mantuvieron el pasado miércoles.
Durante su intervención en la sesión inaugural del XI Congreso regional del PP de Castilla-La Mancha, Mato habló de la situación de las familias "que lo están pasando mal y que no llegan a fin de, sufriendo la tragedia y el drama del paro", mientras que Zapatero "ha festejado que en 100 días se han destruido 45.000 puestos de trabajo" al tiempo que el Gobierno "no ha hecho nada de nada".
La vicesecretaria de Organización planteó que hace 15 años, también con Pedro Solbes, los socialistas "fueron incapaces de gestionar la crisis" y tuvo que llegar el Gobierno del PP para "resolverlo".
Ahora, advirtió Mato, "las mismas personas nos han llevado a la misma situación, una grave crisis". Una situación que, dijo, no se solventa "con publicidad y propaganda, ni con mentiras y talante" sino, defendió, "con valentía y reformas" como las que señaló que desarrolló el PP y que permitió que España "fuera a la cabeza de Europa".
Para la vicesecretaria de Organización, de la crisis se sale "con propuestas, como las que presentó Mariano Rajoy hace dos días al presidente de Gobierno y que ni siquiera quiso escuchar". Por eso, insistió, "la solución" es que Mariano Rajoy sea presidente del Gobierno.
Ana Mato, que participó hoy en la primera jornada del XI Congreso del PP en Castilla-La Mancha, de la que previsiblemente saldrá reelegida como presidenta regional María Dolores de Cospedal, manifestó que en su opinión, el PP de Castilla-La Mancha está "más cerca que nunca" de conseguir el gobierno regional, que aspira a transformar la sociedad y que sea sinónimo "de empleo y bienestar".
Por eso, para lograrlo, pidió al PP castellano-manchego que continúe con el trabajo que está realizando, "no tenéis que cambiar de rumbo". Una fórmula que, explicó, pasa por poner "los despachos en las calles, ir pueblo a pueblo, casa a casa, persona a persona y decir sin complejo a los socialistas que ellos son el pasado y nosotros el futuro" de Castilla-La Mancha.
