Tribunales.- Un auto declara extinguida la responsabilidad de José Miguel Callejón en la muerte de caballos de Domecq

Actualizado: martes, 25 noviembre 2008 21:14

TOLEDO, 25 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Juzgado de lo Penal número 2 de Toledo ha dictado un auto por el que declara extinguida la responsabilidad penal del rejoneador José Miguel Callejón, debido a la prescripción del delito de daños que se le imputaba, en relación con la muerte de seis caballos de la familia Domecq en el mes de junio de 2001, a la altura del término municipal de Ocaña (Toledo).

Según el auto, al que tuvo acceso Europa Press, también se declara la nulidad de las intervenciones telefónicas --relacionadas con este caso-- y acordadas en la instrucción del procedimiento por el Juzgado número 1 de Ocaña, por lo que el resultado de las mismas "no habrá de tener ningún efecto" en este procedimiento.

El auto, con fecha 11 de noviembre, admite todas las pruebas propuestas en el acto del juicio por las distintas partes, y pide que se aporte testimonio de la resolución judicial, dictada en el seno de otras diligencias previas, por el Juzgado de Instrucción número 2 de Villena, por la que se autorizó la entrada y registro en un domicilio particular de Alcorcón (Madrid), por su posible relación con este caso.

En este sentido, el auto pide que se aporte a la causa el auto judicial por el que se autorizó la intervención telefónica de una de las residentes en esa vivienda, así como la transcripción literal del resultado de dicha intervención correspondiente al mes de mayo y primera semana de 2001.

Igualmente, solicita que se aporte a la causa la diligencia extendida por el Juzgado de Villena sobre la detención de esa persona, así como del cese de la intervención telefónica correspondiente con ese número de teléfono.

Finalmente, el auto declara "ajustado a derecho" el escrito de acusación formulado por la representación de 'Duende y Desplante S.L.' y decide mantener "en toda su extensión" las medidas a favor del testigo protegido que en su día se acordaron.

El auto responde así a las cuestiones previas planteadas por las partes en la primera jornada del juicio contra los rejoneadores José Miguel C.M. y su padre José Antonio C.A., y contra Manuel B., acusados de un delito de daños por la muerte de seis caballos de la familia Domecq en el mes de junio de 2001, a la altura del término municipal de Ocaña (Toledo), que se suspendió hasta el 1 de abril de 2009.

Durante la vista oral, tanto el Ministerio Fiscal, que no ejerce la acusación, como el abogado del rejoneador José Miguel C.M., Marcos García Montes, recordaron que la imputación y la responsabilidad penal de este acusado ha prescrito, teniendo en cuenta que la pena solicitada es de tres años de prisión y que los hechos ocurrieron en 2001.

Aquel día, el propio rejoneador José Miguel C.M., al término de la vista, se declaró "inocente" y se quejó de que el juicio se haya suspendido hasta el mes de abril del año próximo ya que llevan "siete años sufriendo" y tendrán que "aguantar el bombardeo de falsas acusaciones" que pesa sobre él y su familia, y que han hecho que su carrera profesional se vea "un poquito estancada por este tema".

Los hechos ocurrieron el 2 de junio de 2001, cuando los acusados, al parecer con el objetivo de eliminar la competencia que les hacía el rejoneador Sergio Galán, decidieron presuntamente acabar con los caballos de este, habiendo contratado para ello a otras personas que, al término de una corrida celebrada ese día en la plaza de Las Ventas de Madrid, confundieron los vehículos que transportaban a los animales de Galán con los de Luis y Antonio Domecq, que también participaron ese día en el espectáculo taurino.

Cuando los vehículos que transportaban a los doce caballos de pura raza de los hermanos Domecq pararon para cenar en el término de Ocaña (Toledo), los sicarios aprovecharon para quemar a los caballos, seis de los cuales perecieron, mientras que los otros seis sufrieron graves quemaduras, resultando inservibles para la lidia.

Según la investigación policial, los autores materiales de estos hechos fueron tres personas de nacionalidad colombiana que se hallan en paradero desconocido y que, presuntamente, habrían actuado por orden de los imputados.