Tribunales.- Defensas creen que la presunta víctima de agresión sexual de Sonseca (Toledo) miente y actuó por venganza

Actualizado: jueves, 22 enero 2009 15:55

El Fiscal cree que la participación de los dos acusados ha quedado acreditada

TOLEDO, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -

Las defensas de los dos ciudadanos marroquíes, Adil A.I. y Said N., acusados de un delito continuado de agresión sexual y otro de maltrato contra una mujer, embarazada de uno de ellos, cometido en Sonseca (Toledo) en 2007, creen que la presunta víctima miente y que actuó por "venganza, odio y resentimiento", después de que uno de los imputados cortase la relación que mantenía con ella para casarse con su novia.

Así lo pusieron de manifiesto en sus alegatos finales durante la segunda y última sesión del juicio que se celebró en la Audiencia Provincial de Toledo, tanto la letrada de Said N. como el abogado de Adil A.I., que consideró que la venganza es el móvil de los hechos denunciados y que la víctima actuó "despechada" por su defendido, ya que quería que su relación alcanzase más solidez.

Eso explicaría, en opinión de este abogado, que no haya "ni un solo dato capaz de objetivar la agresión sexual" que relata la víctima, de cuya declaración destacó las "múltiples" e "infinitas" contradicciones, siendo ella, como testigo, la que tiene "la obligación legal de decir siempre la verdad".

Además, resaltó cómo, cuando la mujer acudió a denunciar, primero denunció el maltrato, luego la agresión y después que los acusados eran traficantes de drogas, que habían cometido un delito contra los derechos de los trabajadores y otro de falsedad documental --los tres archivados finalmente--, así como uno de falsificación de moneda, por el que irán a juicio la semana próxima.

En los mismos términos, y también para pedir la absolución de su cliente, se pronunció la abogada de Said N., quien aseveró que la denuncia de la mujer "se debe a una venganza contra los dos" acusados, convencida de que una persona que tiene miedo --como la víctima argumentó-- no mantiene una relación normal con su presunto agresor durante casi un mes desde que transcurren los hechos hasta que los denunció.

FUE UNA PESADILLA

Respecto a las contradicciones manifiestas de su cliente en virtud de lo que declaró inicialmente y lo manifestado durante la vista, la abogada reconoció que su defendido no ha dicho la verdad, aunque agregó que no ha mentido en lo fundamental, y que en todo momento ha negado "contundentemente" los hechos que se le imputan.

Algo que también hicieron ambos acusados, en uso de su derecho a decir la última palabra, momento en que Adil A.I. aseveró que lo ocurrido fue "una pesadilla" por la que ha "sufrido mucho moralmente", y añadió que nunca pasó por su cabeza "hacer algo así" y menos a una mujer que vivía con ellos y a la que habían hecho un favor.

"No le he hecho nada malo a esa persona", agregó, por su parte, Said N., quien definió a la víctima como "un demonio" que "nos ha hecho sufrir", hasta el punto de que, por estar en la cárcel por su culpa, él personalmente no había podido acudir al funeral de su madre.

SIN CONTRADICCIONES OBJETIVAS

Conclusiones totalmente distintas fueron las ofrecidas por el Ministerio Fiscal, para quien, a pesar de las contradicciones que reconoció en la víctima, apuntó que el "núcleo esencial de su testimonio permanece invariable" y destacó la "lógica" de su declaración.

En opinión de esta parte, los hechos han quedado acreditados al igual que la participación en ellos de los dos acusados, convencido de que el hecho de que la víctima no denunciase lo ocurrido hasta tiempo después no significa que no se produjera.

Según el Fiscal, la víctima padecía miedo por la sumisión y dependencia "más absoluta" que tenía de los dos acusados, ya que ella no tenía dinero, ni trabajo, ni conocía a nadie en España, y precisó que a los acusados ni siquiera les importó que la víctima los conociera.

Durante la sesión de hoy también declararon varios hombres que convivieron con la víctima y los dos acusados en la época en la que ocurrieron los hechos, uno de los cuales señaló que la mujer le comentó que la habían maltratado pero no le dio credibilidad porque habían convivido todos juntos "como hermanos" y "porque no se puede creer lo imposible", argumentó.

Otro de los testigos, que acompañó a Adil A.I. y a la víctima hasta un centro sanitario de Madrid para que esta última abortase, cuatro días después de ocurrir los hechos, comentó que ella estaba segura de querer abortar, y confirmó cómo durante el trayecto, la mujer se dirigió al acusado diciéndole que no le iba a perdonar "ni "ni en esta vida ni en la otra tampoco".

El Fiscal pide doce años de prisión para Adil A.I. por el delito de agresión sexual y a la prohibición de aproximarse a la víctima a su domicilio, lugar de trabajo o cualquier otro donde se encuentre a una distancia mínima de cien metros o comunicarse con ella durante trece años.

Además, Adil A.I., se enfrenta a la pena de un año de prisión por el delito de maltrato y la prohibición de aproximarse a la víctima, su domicilio, lugar de trabajo u otro, con una distancia mínima de cien metros, o comunicarse con ella por cualquier medio durante dos años.

Para el otro imputado, Said N., el Fiscal pide la pena de diez años de prisión por el delito continuado de agresión sexual, y la misma prohibición de aproximarse a la víctima o comunicar con ella durante once años.