TOLEDO, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
Unos 30 de los 100 trabajadores que la empresa ONO tiene contratados en Castilla-La Mancha se verán afectados por el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que los responsables de la empresa anunciaron el pasado viernes, 24 de octubre.
Dicha cifra, según el sector de Comunicaciones de UGT, es "abusiva" y tendrá "consecuencias nefastas e irreversibles para el empleo y la calidad del servicio de sus clientes", ya que, según explicó, a nivel nacional ONO pretende reducir hasta un máximo de 1.300 empleos de un total de 4.300 trabajadores, lo que supone un 30 por ciento.
Asimismo, en Castilla-La Mancha, advirtió UGT, se debería contar también a los más de 300 trabajadores indirectos relacionados con la empresa, "lo que podría suponer casi el cierre literal de algún centro de la región, poniendo así en peligro el empleo y la infraestructura de esta empresa en Castilla-La Mancha".
Por estas razones, UGT rechaza "esta medida tan injusta y desproporcionada", ya que "la plantilla actual está más que ocupada, con capacidad incluso para generar mucho más empleo del actual". Subrayó que los trabajadores "van a ser de nuevo castigados tras el anterior ERE", lo que a su juicio significa que ONO "está olvidando su compromiso de no presentar un nuevo ERE hasta el 3 de Octubre del 2009".
El sindicato lamentó esta situación, porque "todo esto se podría haber evitado si no hubiese sido por una nefasta gestión empresarial, motivada por unas desmesuradas inversiones en empresas como Retecal en 2004 y Auna en 2005, como unas ofertas desproporcionadas entre ingresos y gastos".
Por todos estos motivos, UGT hizo un llamamiento, por un lado, a la Autoridad Laboral "para que estudie con detenimiento la situación, puesto que sería, junto con ONO, la responsable de la situación, gastos generados y destrozo de empleo en caso de la aprobación del ERE". Por otro lado, instó a la Junta a que se implique en el control y vigilancia de las ayudas que ha recibido ONO y recorte todo tipo de caudal que ha repercutido sólo en beneficio de la Empresa obviando a los trabajadores de Castilla-La Mancha.
Finalmente advirtió de que no admitirá que ONO o el Gobierno, en caso de no acuerdo, proponga unos despidos forzosos, teniendo que contar obligatoriamente con el acuerdo de la representación de los trabajadores y previo consentimiento y pacto con los afectados.
