PALENCIA, 12 Jun. (EUROPA PRESS) -
Algo más de 150 personas, entre ellas 80 mineros, según fuentes policiales, han participado esta noche en la marcha minera que ha tenido lugar en la capital palentina para protestar por los recortes a las ayudas del carbón.
Desde las 22.00 horas la manifestación ha recorrido las calles del centro de la capital, tomando como punto de inicio la plaza Pío XII, desde la que ha partido la marcha encabezada por una pancarta que sujetaban varias mujeres de mineros, entre ellas, la mujer de uno de los encerrados en la delegación de la Junta.
Acompañados por el ruido de bocinas y tambores y con los cascos de minero con las luces encendidas, han continuado la marcha por la calle Mayor y se han parado a la altura de la sede del PP, donde con las manos en alto han gritado "manos arriba, esto es un atraco".
Desde allí, han terminado de recorrer la calle principal de la capital hasta llegar a la subdelegación del Gobierno.
Exhortando "aquí están, estos son los que sacan el carbón" se han parado frente a la sede del Gobierno Central en Palencia, que se encontraba custodiada por numerosos policías, a los que han gritado "menos Policía y más minería".
Antes de proseguir la ruta, han lanzado varios petardos y unos fuegos artificiales para reemprender el rumbo hasta el punto final de la manifestación, la delegación de la Junta de Castilla y León, donde se han encontrado con los mineros encerrados desde el pasado jueves 7 de junio.
Una vez allí se han vivido los momentos más emotivos cuando se ha abierto la puerta de la sede de la administración Regional y tres de los cuatro encerrados, ya que uno ha tenido que ser evacuado al hospital por problemas digestivos, han salido a abrazar a sus compañeros mientras estos les decían "no estáis solos, estamos con vosotros".
ENDURECIMIENTO DE LAS MEDIDAS
Por otra parte, el secretario Comarcal de UGT en Guardo, Carlos Mesa, ha apuntado que "a partir de ahora se va a endurecer más la situación".
"Esto se va a radicalizar" ha aseverado, al tiempo que añadía que "Palencia ha sido tranquila" pero que a partir de la semana que viene los mineros "no van a ser pacíficos".
