Braulio Rodríguez cree que los católicos no conocen qué es la Iglesia y lamenta que la vean como una "estructura vieja"

Actualizado: domingo, 15 enero 2006 19:41

VALLADOLID, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

El arzobispo de Valladolid, Braulio Rodríguez, cree que los católicos no conocen qué es la Iglesia, según explicó hoy en su carta pastoral semanal titulada 'Amor a la Santa Iglesia', en la que calificó de "penoso" que muchos católicos "de toda la vida" tengan una idea de la Iglesia que "no va más allá de ver en ella una estructura vieja e irrelevante".

El prelado de Valladolid se lamentó en su carta pastoral recogida por Europa Press de que los católicos no consideran a la Iglesia "como Madre, como seno que les ha dado la vida en el Bautismo y la Confirmación, donde encuentran a Cristo Eucaristía", al tiempo que explicó que "es la que los salva del relativismo y desorientación".

Asimismo, el arzobispo aludió en la misiva al discurso de Benedicto XVI a la Curia Romana, 22 de diciembre de 2005, con motivo de las felicitaciones navideñas, del que destacó "que es preciso leer" por las palabras que dedica el nuevo Papa a su antecesor Juan Pablo II y por su resumen de la Jornada Mundial de la Juventud en Colonia.

Respecto a la "adoración eucarística", explica Braulio Rodríguez que Benedicto XVI "con pocas palabras desmonta el falso dilema que se planteó, concluido el Concilio sobre la celebración de la Misa y la adoración de Cristo fuera de esta celebración", por lo que concluye que "el Pan eucarístico no se ha dado sólo para comerlo sino también para contemplarlo".

Por otra parte, el arzobispo también se refiere a la aportación teológica personal que el Papa dedica a analizar el Concilio Vaticano II, --del que se ha celebrado el cuarenta aniversario de su clausura-- que califica de "interesante, clarificadora y de un gran servicio a la Iglesia actual".

"Todo depende de la correcta interpretación del Concilio, de su correcta clave de lectura", asegura el prelado en su carta pastoral, ya que "dos interpretaciones contrarias se han visto enfrentadas, la de la ruptura, por un lado, y la de la de la renovación en la continuidad de la única Iglesia que el Señor ha dado, por el otra".

Finalmente, el arzobispo se muestra preocupado porque "con algunos matices" se dan entre los fieles esas interpretaciones de ruptura o discontinuidad y se lamentó ya que "suponen estilos que no favorecen ni la comunión ni la evangelización como la quiere la Iglesia".