Cerca de un millar de personas arropa en La Bañeza (León) la procesión infantil del Santo Potajero

Actualizado: miércoles, 12 abril 2006 21:42

Casi 2.500 congregados reciben el potaje bendecido siguiendo una costumbre viva desde 1.615

LA BAÑEZA (LEÓN), 12 Abr. (EUROPA PRESS) -

Cerca de un millar de personas contempló hoy en la localidad leonesa de La Bañeza la procesión del Santo Potajero, figura portada por una docena de niños por las calles del municipio en un desfile al que sigue la bendición de casi 3.000 raciones de potaje degustadas por cofrades y asistentes.

El acto, declarado Fiesta de Interés Turístico Regional, se lleva a cabo desde hace varias décadas de forma masiva, para retomar una tradición de 1.615 en la que los miembros de la Sociedad de Socorro Mutuo de Nuestra Señora de las Angustias alimentaba a 12 pobres de solemnidad, enfermos o presos, todo ello presidido por la imagen del Potajero, un cristo de unos 60 centímetros de altura, cuya procesión se reserva hoy en día a los niños.

Tal y como explicó en declaraciones a Europa Press el presidente de la Cofradía de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad, David González, el número de personas beneficiarias, a las que antiguamente se lavaba los pies y alimentaba, corresponde con el de los apóstoles de Cristo, pero en los últimos tiempos la cifra se ha ido multiplicando hasta que la cantidad de participantes de este rito religioso-gastronómico ha superado los dos millares.

"Al Santo Potajero lo llevan los hermanos menores y la procesión se hace mientras la gente va rezando el Santo Rosario y cantando: 'Santo potajero, lléname el puchero, llénamelo más, que está por al mitad", explicó David González.

El recorrido de dicha procesión, que arrancó alrededor de las 13.30 horas, comienza en la calle de las Angustias, sede de la Cofradía, discurre luego por la calle Torre para virar en la plaza de El Salvador y retornar de nuevo a la capilla por López de Vega. Allí, el sacerdote Arturo Cabo bendijo la media tonelada de potaje, preparada desde la madrugada por los integrantes de Nuestra Señora de las Angustias, para repartirse entre los asistentes.

Un total de 250 kilogramos de garbanzos, 170 kilogramos de bacalao, 80 kilogramos de arroz, 120 litros de aceite y unos 100 kilogramos de cebolletas, más enormes cantidades de pimiento, perejil, ajo y otros condimentos conforman este manjar "que no se puede servir hasta ser bendecido", insistió el presidente de la Cofradía.

DIRIGIDO A LOS MÁS PEQUEÑOS

Verónica Fernández es una de las niñas que se encargó de portar la figura y explicó que los niños primero empujan al Potajerín, como se llama cariñosamente, y luego van a comer potaje.

"Lleva unas asas más largas para que lo lleven todos los niños; algunos llevan la corona de espinas, pero las niñas están muy feas con ella", añadió instantes antes de la procesión. Por su parte, Alejandro Fernández, quien participó este año por primera vez, ya se plantea para el próximo comprar una de estas coronas de ramas que asemejan a la que portó Jesucristo.

También Alba Pérez se encargó de llevar sobre sus hombros el Potajerín, algo que la ilusiona porque le hace "parecerse a los mayores. Mi tío salía antes y por eso me apunté yo", resaltó esta niña que incluye las procesiones dentro de sus ocupaciones de Semana Santa como son los deberes y los juegos.