CyL se vio afectada en 2008 por 46 alertas alimentarias, aunque sin repercusión sanitaria por la retirada de productos

Actualizado: domingo, 23 agosto 2009 14:04

VALLADOLID, 23 Ago. (EUROPA PRESS) -

Castilla y León se vio afectada en 2008 por 46 alertas alimentarias de las 209 que afectaron al conjunto del país y ninguna de ellas tuvo repercusión sobre la salud de los ciudadanos debido a la retirada de los productos a tiempo, según informó a Europa Press el director general de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria, Jorge Llorente Cachorro.

Las dos alertas "más importantes" por su alarma social fueron la presencia de melanina en determinados productos lácteos procedentes de China y las adulteraciones detectadas en el aceite de Ucrana, aunque en ambos casos los productos fueron retirados del mercado "con rapidez" y "sin repercusiones" debido al "buen funcionamiento" de la Red Europea de Alertas que precisamente este año cumple su 30 Aniversario.

En concreto la mayoría de las alertas alimentarias recibidas por la Comunidad tuvo como origen España --en 31 casos-- seguida de países de fuera de la UE --10 casos-- y, por último, procedentes de Europa --5 países--.

La mayor parte de los irregularidades detectadas en los alimentos fue la presencia de metales pesados --en 21 casos--, seguida de otros factores --7 casos--; aditivos y microorganismos --5 deficiencias en cada caso-- y contaminantes, moho, levadura y microtoxinas --4 casos--.

Según los datos de la Agencia de Protección de la Salud y Seguridad Alimentaria los inspectores de la Junta realizaron 1.813 visitas a establecimientos en 2008 para comprobar lotes y determinados productos y, como explicó Llorente Cachorro, en algunos casos se llegó a encontrar salmonella en productos de alimentación infantil, en los que, como aseguró, "se pone especial cuidado", aunque en todos los casos fueron retirados a tiempo, por lo que no llegaron a tener repercusión sanitaria.

Asimismo se detectaron importantes deficiencias en lotes de productos procedentes de China y fabricados con materiales contaminantes. "Se trata de una labor muy escondida pero estamos preocupados por la seguridad alimentaria", señaló.

Para Llorente Cachorro este trabajo en la sombra sí que es percibido por los ciudadanos o, al menos, así se extrae del barómetro de Seguridad Alimentaria realizado por la Agencia de Protección de la Salud en Castilla y León en 2008 y a través de que se entrevistó a 1.900 personas.

De este muestreo se extrae que seis de cada diez ciudadanos de la Comunidad consideran que la seguridad alimentaria en la Comunidad ha mejorado en el último lustro, además del 41,20 por ciento de los encuestados aseguran que las autoridades sanitarias son la principal fuente de información a la que acudirían los consumidores si se produjera una crisis o riesgo alimentario.

Asimismo, el 58,1 por ciento de los consumidores valora bien la información que las administraciones públicas proporcionan sobre los problemas y riesgos alimentarios existentes y en el 66,2 por ciento de los casos cree buena la actuación de la Administración ante las crisis alimentarias pasadas.