En la casa viven dos mujeres con un bebé, dos perros y un gato, había excrementos y restos de comida y han intervenido Servicios Sociales
VALLADOLID, 6 May. (EUROPA PRESS) -
Efectivos de la Policía Local y Nacional han detenido a una mujer de 55 años por allanamiento de morada, al colarse en una vivienda para fotografiar su estado insalubre, posiblemente con el fin de obligar a sus inquilinas a pagar una deuda, y agredir a un agente que tuvo que reducirla.
Se da la circunstancia de que este lunes trabajadores de Servicios Sociales han estado inspeccionando la vivienda, donde viven dos mujeres con un bebé de once meses en unas condiciones higiénicas bastante malas, según han informado a Europa Press fuentes policiales.
Los hechos se produjeron el sábado en torno a las 11.00 horas, cuando una mujer llamó a un domicilio ubicado en el barrio de Rondilla y tapó la mirilla para no ser reconocida, por lo que cuando se abrió la puerta se coló en el inmueble y se hizo pasar por trabajadora social y empezar a sacar fotos de las diferentes estancias.
En el transcurso de estos hechos, sendas llamadas avisaron a la Policía Local y a la Nacional. En el primero de los casos se denunciaban las condiciones de insalubridad de la vivienda y en la segunda que una persona había entrado a una vivienda a cobrar una deuda.
Así, hasta el lugar se desplazaron efectivos de ambos cuerpos, que comunicaron a la mujer que había entrado en la vivienda que iba a ser detenida por un presunto delito de allanamiento de morada, pero ésta requirió insistentemente hacer una llamada y, a pesar de que se la informó de que la haría desde dependencias policiales, se llegó a poner agresiva y tuvo que ser reducida, forcejeo en el que un agente de la Policía Nacional resultó herido.
POSIBLE DEUDA
La mujer fue trasladada a un centro salud y posteriormente a dependencias policiales, tras lo que quedó a disposición de la autoridad judicial. Al parecer, podría haber intentado presionar a la moradoras de la casa para que pagaran una deuda, aunque no es la propietaria de la misma.
En el marco de estos hechos, este mismo lunes Servicios Sociales ha pedido protección a la Policía de Barrio de Rondilla para hacer una inspección de la citada vivienda.
En la misma, los agentes que intervinieron el sábado observaron que vivían dos mujeres con un bebé de once meses, tenían dos perros y un gato y las condiciones de salubridad no eran buenas, ya que se apreciaban restos de excrementos, orines de los animales secos, mal olor así como restos de comida de días anteriores.
Las mismas fuentes han precisado que la visita girada por los trabajadores de Servicios Sociales probablemente resulte de la intervención judicial a raíz de los hechos ocurridos el sábado.
