ÁVILA, 25 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de la Confederación Abulense de Empresarios (Confae), Jesús María Terciado, reclamó medidas ante el "fuerte descenso" de negocio, cifrado hasta en un 90 por ciento, en San Pedro del Arroyo (Ávila) tras la apertura de la autovía A-50.
Entre estas medidas, según informó la Patronal, se encuentra la mejora de la señalización y un acceso más cercano a San Pedro ya que hasta ahora, el tráfico entre Ávila y Salamanca discurría por la travesía de la localidad, a través de la carretera Nacional 501, que ahora circula por la autovía.
Terciado envió sendas cartas, en nombre de los empresarios de San Pedro del Arroyo y de la zona afectados por la A-50, al delegado del Gobierno en Castilla y León, al subdelegado del Gobierno en Ávila, y a los sindicatos UGT y CC.OO. de Ávila en las que expone "las reivindicaciones planteadas por estos pueblos y expuestas al hilo de la reunión celebrada recientemente en el Ayuntamiento de San Pedro del Arroyo".
En los escritos se subraya "la desfavorable situación en que han quedado tanto el municipio como el resto de la comarca", por lo que considera "inmediata" la necesidad de poner en marcha "una señalización estándar acorde con los servicios que ofrece San Pedro del Arroyo" junto a "la inminente elaboración de un estudio y la pronta ejecución de un acceso de menor distancia, que supliría en cierta medida los perjuicios ocasionados por el nuevo trazado".
"No hay que olvidar que San Pedro del Arroyo se ha afianzado como un referente comarcal en materia de actividad económica y prestaciones de servicios, tanto en la creación de empresas como de puestos de trabajo", destacó Terciado antes de añadir en sus misivas la "consolidación" durante los últimos años del polígono industrial ubicado en el municipio, "que posee una estimable capacidad de acogida de nuevas empresas".
Los empresarios y, en su nombre, el presidente de Confae, advirtieron de que, "dada la situación que atraviesan las localidades afectadas", también "está en juego" la viabilidad de las empresas y, consecuentemente, el mantenimiento de puestos de trabajo, "extremos éstos que han de ser valorados en toda su magnitud si de verdad se apuesta por la localización de población y por el futuro del medio rural".
