AVILA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -
Un grupo de 15 funcionarios de la Administración General del Estado en Ávila ha asistido a un curso de protocolo para aprender técnicas de relaciones institucionales como las saber, por ejemplo, "dónde colocar a todas las autoridades sin caer en la grosería".
Así lo manifestó hoy José Luis Delgado, responsable de protocolo y relaciones institucionales de la exposición "Las dos orillas", que impartió el curso sobre protocolo en las Administraciones Públicas para mostrar a los empleados públicos a "saber utilizar el protocolo con sentido común y justificación en aquellos casos en los que no exista o sea difícil la ubicación y adecuación de un cargo determinado".
En este sentido, Delgado instó a que la Junta de Castilla y León y las Cortes regionales aprueben un Decreto de Precedencias, como en Andalucía, Murcia, La Rioja, Navarra, País Vasco, Cataluña o Canarias, de cara a "evitar lo que sucede en la actualidad, puesto que no se sabe dónde colocar a muchas autoridades en los actos de la Comunidad".
Según el experto, "es el Estado quien hace al protocolo, no el protocolo el que hace al Estado", si bien señaló que es necesaria una revisión urgente del texto normativo porque, después de 23 años, "algunos artículos son de muy difícil cumplimiento y, por otra parte, hay autoridades exnovo que no encuentran lugar en la actual normativa, especialmente aquellas que provienen de los cargos creados en comunidades autónomas y en las administraciones locales y provinciales".
El curso se enmarca dentro de las acciones formativas anuales que desarrolla la Subdelegación del Gobierno en colaboración con el Ministerio de Administraciones Públicas para sus empleados.
En la clausura del congreso, el subdelegado del Gobierno, César Martín, felicitó a los funcionarios por "sus inquietudes por mejorar en conocimientos básicos para el desempeño de la función pública" y por su actualización en nuevas tecnologías, lenguaje administrativo, las leyes que rigen la vida profesional de los funcionarios y el protocolo.
Se refirió al protocolo como "ciencia de indudable valor para establecer las precedencias oficiales a la hora de organizar un acto y para fijar las formas y usos de comportarse ante sus semejantes en cualquier circunstancia".
