VALLADOLID, 31 Jul. (EUROPA PRESS) -
La empresa de base tecnológica ECM Ingeniería Ambiental, con sede social en Husillos (Palencia), se encargará en los próximos tres años de inventariar la producción de los hongos silvestres comestibles de las masas forestales de Castilla y León con el fin de potenciar su aprovechamiento socioeconómico.
La labor se enmarca en el proyecto de regulación y puesta en valor de los recursos micológicos de la Región que lleva a cabo el Centro de Servicios y Promoción Forestal y de su Industria (Cesefor), fundación privada patrocinada por la Junta de Castilla y León, una iniciativa financiada por la Consejería de Medio Ambiente y siete diputaciones provinciales de la Comunidad.
Se trata, según indicó a Europa Press una de las responsables de esta pyme, Beatriz de la Parra, de "conocer el potencial de los recursos micológicos" y estimar los kilogramos de hongos por hectárea con el fin de "crear una metodología para gestionar los montes de setas con interés socioeconómico", de ahí que el equipo se centre en los ejemplares comestibles y comercializables.
En este sentido, ECM Ingeniería Ambiental parte de la base de que el 50 por ciento de los hongos comestibles no se recoge, según desvelan algunos estudios.
Para la consecución de sus objetivos, la empresa hará un muestreo del terreno de diferentes masas arbóreas a lo largo de las cuatro estaciones del año, en un periodo de tres años y en todas las provincias de la Región. En total, se llevarán a cabo 900 inventarios micológicos al año.
En primavera, la compañía comenzó el inventariado de los pinares y la semana pasada inició el muestreado de rebollares, hayedos y encinares, aunque la labor, dirigida por el Centro de Investigación de Valonsadero (Soria), se extenderá a otras muchas masas y hábitat de la Comunidad, como los robledales y las áreas truferas, "siempre en zonas donde acude un recolector típico", según precisó De la Parra.
ESTUDIOS DE LA PRODUCCIÓN
En realidad, como añadió, ya existen numerosos estudios sobre las producciones de setas. El campus de Palencia de la Universidad de Valladolid (UVA), donde los tres jóvenes socios de ECM Ingeniería Ambiental son profesores asociados, es uno de los centros más activos en este ámbito y, de hecho, lleva años investigando estas producciones en zonas muy concretas.
También los Grupos de Acción Local (GAL) han contribuido a su estudio a través del Proyecto Cooperativo sobre Mitigación y Adaptación al Cambio Climático en la Gestión Forestal Sostenible en Iberoamérica, el denominado 'Proyecto MIA', en el que también participa la pyme de Husillos.
No obstante, la novedad que incorpora ésta, según incide Beatriz de la Parra, es su esfuerzo por conocer el potencial de un recurso con un "amplio interés económico" para que propietarios públicos y privados obtengan una rentabilidad futura.
Y es que, como recuerda la responsable de ECM, "las setas pertenecen al propietario del monte", y ahí es donde la compañía ve la oportunidad de negocio, ya que pretenden ofrecer su servicio no sólo a otras empresas y particulares sino además a instituciones y administraciones.
SPIN-OFF DE LA UNIVERSIDAD DE VALLADOLID
ECM Ingeniería Ambiental, creada en octubre de 2009, es una spin-off participada en un 5 por ciento por el Parque Científico de la UVA.
Se trata de una empresa innovadora --es la primera empresa forestal de base tecnológica--, especializada en la gestión de los recursos naturales que basa su potencial en el conocimiento y experiencia de su equipo humano.
Esta consultoría medioambiental nace con la idea de proporcionar, tanto a empresas como a organismos públicos, una gama de servicios orientados al aprovechamiento sostenible del entorno natural. Las líneas de negocio donde se agrupan los diferentes servicios ofrecidos por ECM son la micología, los ríos y riberas, la gestión forestal y la I+D+i.
Aparte del inventario de la producción y aprovechamiento de los hongos silvestres comestibles de importancia socioeconómica en Castilla y León, la compañía se trabaja en un proyecto sobre la restauración del hábitat de la nutria en los ríos del Cerrato (Palencia).
