La Junta incoa como BIC de carácter inmaterial la Pasión zamorana

Alicia García con miembros de la Junta de Semana Santa de Zamora
JCYL
Actualizado: jueves, 11 diciembre 2014 14:57

VALLADOLID, 11 Dic. (EUROPA PRESS) -

La Consejería de Cultura y Turismo ha incoado como Bien de Interés Cultural (BIC) de carácter inmaterial de la 'Pasión zamorana: ritos, esencia y territorio', lo que se publicará próximamente en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl).

Así lo ha comunicado este jueves la consejera de Cultura y Turismo, Alicia García, durante una reunión mantenida con los miembros de la Junta de Semana Santa de Zamora, han informado a Europa Press fuentes del Gobierno autonómico.

El trabajo de la Junta de Semana Santa de Zamora para conseguir esta declaración para su Pasión comenzó hace más de un año, periodo en el que se han realizado numerosos trámites y se han mantenido diversas reuniones entre esta Junta y la Consejería con el fin de avanzar en los procedimientos técnicos que se exige en cualquier declaración BIC.

Además, se han celebrado numerosas reuniones y un intenso trabajo desarrollado por parte de la Junta de Semana Santa de Zamora a través también de la presentación de una extensa y bien documentada propuesta que ha sido estudiada técnicamente desde la Consejería de Cultura y Turismo.

Esta declaración se enmarca dentro de la estrategia de intervención del Plan PAHIS, que responde a una visión compleja del patrimonio, en la que se trata de proteger aquellos bienes patrimoniales nuevos o menos representados hasta ahora. Entre ellos se hallan los bienes que forman parte del patrimonio inmaterial, como las celebraciones devocionales, en la que también se trata de proteger los elementos materiales a las que están vinculadas.

En este marco, se han declarado Bien de Interés Cultural las celebraciones del Jueves y Viernes Santo en Bercianos de Aliste, y ahora se inicia la declaración de la Pasión Zamorana. El proceso de declaración prevé concluirse el próximo año.

OBJETO DE LA DECLARACIÓN

La valoración de la Pasión zamorana como relevante manifestación dentro del Patrimonio Cultural de Castilla y León se determina por su consideración como hecho cultural pluridimensional y complejo, en el que rito y territorio, en cuanto espacio físico, social y ritual, se incardinan con el sentimiento y espíritu de los cofrades, auténticos soportes de la Semana Santa Zamorana, que la han mantenido y fomentado como patrimonio vivo hasta nuestros días.

En la Pasión zamorana, el valor de las vivencias comunitarias transmitidas de padres a hijos, como un patrimonio vivo y en auge revivido constantemente por la comunidad, se conjugan a lo largo de la historia en un marco urbano de alto interés patrimonial, que ha pervivido y evolucionado como escenario de esta expresión cultural hasta nuestros días.

En este sentido la Semana Santa de Zamora, se configura como un sistema de alto valor patrimonial, representativo de una comunidad que infunde a esta expresión cultural un sentimiento de identidad y continuidad, transmitido de generación en generación, ha explicado la Junta, que ha incidido en lo significativo de este aspecto social que se manifiesta en la participación de más del cincuenta por ciento de la población zamorana en las cofradías.

La Pasión zamorana, entendida como un sistema de alto valor patrimonial caracterizado por la interdependencia de valores tangibles e intangibles, abarca una serie de manifestaciones y rituales religiosos y festivos que constituyen el espíritu y la esencia de este hecho cultural, objeto de la presente declaración.

Atendiendo a su carácter inmaterial o intangible, se define como objeto de la declaración el conjunto de atributos que constituyen la esencia y espíritu de la Pasión zamorana, que garantizan su pervivencia y el papel activo de la sociedad y constituyen un referente identitario de la población que lo ha impulsado.

Respetando los procesos de cambio que, como patrimonio vivo y sin pervertir su esencia, decida la comunidad depositaria de esta tradición y auténtica protagonista de esta manifestación cultural, la administración competente en materia de patrimonio velará por su normal desarrollo, tutelando la pervivencia y salvaguarda de los valores que han determinado su declaración como bien de interés cultural.

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